Cuando mencionamos el nombre de Germán Bracco, inmediatamente nos viene a la mente una combinación de talento, disciplina y compromiso. Para muestra su más reciente trabajo en “Viaje todo robado”.
Este joven actor, además de destacar en la pantalla, irradia una amabilidad que se entrelaza de manera natural con su estilo cool. Su trayectoria comenzó a los doce años, cuando hizo sus primeras apariciones en programas unitarios, y desde entonces, no ha dejado de brillar en el mundo del entretenimiento.
El sorprendente viaje de Germán Bracco
Bracco transitó por telenovelas, series y el teatro, donde se destacó con su interpretación de Knox Overstreet en “La Sociedad de los Poetas Muertos”, bajo la dirección de Francisco Franco. Pero su versatilidad lo llevó más allá, protagonizando la ópera prima del director Eduardo Cortés Moreno, “Háblame de ti” en 2022.
El trabajo más reciente de Germán Bracco es en “Viaje todo robado”, una comedia que inicialmente despertó ciertos prejuicios en él, pero que con el tiempo cambió su perspectiva.
Bracco continúa desafiando sus límites y expandiendo su horizonte actoral, demostrando que está dispuesto a embarcarse en cualquier género y deslumbrar en cada paso de su carrera.
ESQUIRE: ¿Qué tiene “Viaje todo robado”, que decidiste abordar este vuelo y tomar este viaje?
GERMÁN BRACCO: Bueno, primero, no había explorado la comedia en cine, si bien ya había experimentado la comedia en televisión con otra serie, nunca lo había hecho en cine y me pareció interesante. Al principio, no sabes muy bien de qué va el proyecto, pero tenía buenas referencias de Diego, el director, además de que sabía desde el inicio que los protagonistas serían Bruno (Bichir) y Ana Claudia (Talancón) y audicioné, poco a poco fui pasando filtros y en un momento antes de las de los últimos filtros nos mandan el guión y ahí fue que decidí que sí quería hacer este personaje. De hecho, yo traía este chip, bueno, todavía lo traigo, de dejar de hacer papeles de personajes de 16, 17 años, quería empezar a experimentar con personajes más maduros, más complejos, con otro tipo de contextos de dinámicas y pues este personaje me vino a dar una cachetada con guante blanco. Porque siempre pensamos que la comedia es un género menor, que siempre se le toma como un poco absurdo, como que hueva, no y aquí no. A mí me pareció que eran personajes muy redondos, con una historia impredecible hasta cierto momento, con buenos giros de tuerca y me parece que es una comedia inteligente; y dije honestamente no sé cuándo voy a tener la oportunidad de volver a castear para un personaje dentro de una comedia y quiero participar en esta que es inteligente, porque no se va por el pastelazo.Cada cosa que se presentaba en el guión tenía un sustento, si bien hay chistes, de repente tomaban un peso dramático muy importante en la resolución de un problema y la manera en la que está estructurada la historia me atrapó.
ESQ. ¿Hacer comedia hoy es complicado?
G.B. La comedia es complicadísima, de hecho para quien se dedica a escribir, sabe que es el género más complicado y también difícil porque es muy subjetivo. La comedia depende del contexto, y sí creo que tanto actores, actrices como público y gente de la industria menosprecia a la comedia, como que no es nada relevante en tu carrera, y me parece todo lo contrario, es muy importante para cualquiera, saber hacer una buena comedia con un muy buen tono actoral, por eso me interesaba también trabajar con Bruno, porque creo que Bruno Bichir sabe mantener un tono que va entre lo absurdo y algo completamente creíble; y cuando vi la película lo comprobé me sorprendió. Bruno, honestamente, creo que es uno de los mejores actores que entiende la comedia y muy bien, entonces creo que la comedia, como género, es la que tanto actores, como público menosprecia, porque estamos muy mal acostumbrados a las comedias del pastelazo. Entonces cuando un actor rechaza un proyecto de comedia, solamente porque ser comedia, sin haber leído un guión, sin saber quién va a dirigir, ¿quiénes van a actuar? Me parece que es un poco, pero sí, un poco prejuicio.
ESQ. ¿Qué aprendiste en este viaje?
G.B. Aprendí que, más bien, me di cuenta de que el personaje (Charlie Camargo) aprendió más cosas antes de que yo las aprendiera. Él, antes que yo, abraza a su familia, abraza su origen, deja de juzgar a sus padres por todo lo que no tiene o todo lo que no son como él quisiera y aprende a quererlos como realmente son. A mí me costó mucho hacer eso con mis padres, a mí me costó mucho, no enjuiciarlos, no recriminarles cosas y vas creciendo y claro que en su momento pude entender al personaje y nunca pensé en llevármelo a casa y con el pasar del tiempo me independicé tomé otros pasos que hace un año no tomaba y me empecé a dar cuenta que yo tal vez estaba haciendo un poco rudo con ellos, no estaba haciendo empático y empecé a entender esta empatía desde otro lugar, empecé a abrirme, a quitar expectativas sobre mis padres y hablarnos de tú a tú, como adultos y cuando vi la película hace unos días, me di cuenta de que el personaje maduró mucho más rápido de lo que yo lo hice.
ESQ. Pareciera que otra cosa que estás aprendiendo en este viaje es a apapacharte un poco, a dejar fluir las cosas.
G.B. Mi hermana vive en China desde hace cinco años y es bailarina de ballet clásico, es la persona más ruda, disciplinada, estructurada y rígida que conozco; y vino hace muy poco y fue para mí el mejor ejemplo para darme cuenta de que yo estaba siendo muy rudo conmigo mismo, porque ella es muy ruda consigo misma y le exige al resto de las personas ser igual, entonces me di cuenta de que yo estaba recargando la seguridad de mis decisiones y mi autoestima en mis padres y en mi hermana. Me di cuenta de que difería de la percepción que ella tenía sobre mí, que yo realmente no soy esa persona y ella piensa. Entonces dije, Ah, cabrón, lo que ella piensa sobre mí no es lo que yo realmente creo, me di cuenta de que estaba recargando mi autoestima, mi seguridad, mis decisiones, en ellos y ellos son muy duros conmigo a veces. Para bien, desde el amor, desde el querer ver la mejor versión de mí siempre, pero son muy duros con sus decisiones, que a veces ni siquiera son tan duros con ellos. Y dije, no quiero ser eso, quiero abrazarme, quiero aprender a sentir. Creo que me di cuenta de que la autoestima es, también, amor propio, son dos términos muy parecidos y si bien, la autoestima la estaba recargado en otras personas, pues entonces mi amor también y no puede ser que yo me ame si entonces ellos me aprueban y fue cuando dije, okay, pausa, ¿qué amo de mí que quiero conservar?, Y empecé poco a poco soy muy metódico. Soy muy ordenado y empecé a escribir, qué me gusta de mí, que creo que es valioso en mí y que no; y ahí aprendí a darme cuenta de que estoy haciendo las cosas bien, aunque a veces no parezca.
ESQ. Germán, hablando de robos (referente a “Viaje todo robado”) ¿Qué te roba la calma?
G.B. Los asuntos no resueltos, soy muy ansioso. Me roban la calma los asuntos no resueltos, que se quedan instalados en mi cabeza y se transforman en pensamientos catastróficos que no me dejan avanzar.
ESQ. Así como hay personas que nos roban energía, existen otras que, al contrario, nos inyectan motivos para seguir, ¿quiénes son esas personas en tu vida?
G.B. Sin duda mi mejor amigo y mi pareja. Mi mejor amigo es una cosa muy rara con él, porque nos conocimos en la secundaria nada que ver el uno con el otro. Y nos conectó un poco el gusto por el básquetbol, y de repente ambos empezamos a decidir por una vena un poco más artística. Bueno, yo empecé a hacer teatro, a él siempre le gustaba mucho el cine, de hecho nuestra introducción al mundo de las artes, fue en la clase de literatura, nos preguntaron cuáles eran nuestros libros favoritos y yo dije que “El principito” y él dijo “La metamorfosis” de Kafka y ahí me di cuenta, pues que ambos compartíamos una vena artística. Hoy es la persona con la que comparto mi gusto por el cine, el amor por la vida, nos enternecemos, nos vulneramos y somos ese refugio que muchas veces él, con sus circunstancias de vida y yo, con las mías, nos convertimos en una cuevita donde decimos aquí no nos juzgamos y aquí todo está bien. Creo que él y mi pareja son las personas con las que siento que cuando me falta energía me cachan, me recargan y me devuelven a la vida.