¿Tú también los has creído? Estos mitos sobre los gatos deben dejarse atrás, a favor de una mejor comprensión de su naturaleza.
Los gatos son animales hermosos con los que hemos convivido por miles de años. Transmiten un “algo” que no logran otras especies. Son independientes, pero también extraordinarios compañeros. Mucho hay por decir sobre los encantos de los felinos domésticos.
El punto es que del mismo modo existen una serie de mitos en torno a ellos. Algunos dañan directamente su reputación y otros confunden a los seres humanos que los tienen a su cuidado.
Los especialistas en estos animales domésticos han encontrado verdades que tiran buena parte de lo que se dice de los gatos. Aquí te presentamos algunos ejemplos de mitos que fueron derrumbados.
Los mitos sobre los gatos que la ciencia ha derrumbado
“Los gatos no pueden entrenarse”
Expertos en adiestramiento animal han dejado claro que los gatos pueden ser tan entrenados como los perros. La cuestión aquí es que muchas personas no saben cómo hacerlo o bien viven confundidas por el mito de que los felinos domésticos se rehúsan a cualquier forma de entrenamiento.
“Los gatos no nos quieren, nos necesitan”
Investigaciones recientes han demostrado que los gatos desarrollan un cariño por sus humanos que nada tiene que pedir, en nivel, al de los perros. Lo que pasa es que los canes demuestran más su afecto, pero eso no quiere decir que los felinos sean indiferentes a las personas que los cuidan y procuran.
La leche es buena para los gatos
Esa imagen del gato bebiendo leche está bien grabada en el imaginario colectivo. ¿Por qué? No lo sabemos con exactitud. Lo que sí se sabe ahora es que es un error vincular a los gatos con la leche, como si fuera su principal alimento.
De acuerdo con lo que dijo Julia Henning, doctoranda en Comportamiento Felino de la Universidad de Adelaida (Australia), para The Conversation, los gatos dejan de producir la enzima necesaria para digerir la lactosa de la leche, después de las 6-12 semanas de haber nacido. Eso significa que la mayoría en realidad son intolerantes a la lactosa.