1985 fue un año poderoso para la literatura. No solo porque varias obras rompieron moldes y géneros, sino porque muchas de ellas siguen tan vigentes como el primer día. Si eres de los que disfruta una buena historia —sea de ciencia ficción, horror, romance o filosofía—, esta lista de 12 títulos que cumplen 40 años te va a fascinar. Aquí va una selección con sus autores y una breve reseña para que los redescubras (o los leas por primera vez) con ojos actuales.
1. Skeleton Crew – Stephen King
Esta colección de relatos cortos es puro King en su forma más afilada. Incluye desde lo sobrenatural hasta lo simplemente inquietante, como el famoso cuento The Mist, que mezcla horror cósmico con supervivencia en medio de una neblina espesa que oculta monstruos.
Con Skeleton Crew, King demuestra que no necesita una novela larga para helarte la sangre. Son historias breves, sí, pero cargadas de atmósfera, tensión y esa sensación de que algo terrible está por pasar. Ideal para leer de noche (o no dormir).
2. El cuento de la criada – Margaret Atwood
Una distopía aterradora sobre un futuro donde las mujeres han perdido todos sus derechos y son reducidas a roles específicos en una sociedad teocrática. Atwood no escribió una fantasía, sino una advertencia brutal sobre el fanatismo y el poder.
Narrado con frialdad poética por la protagonista Offred, este libro se volvió aún más popular con su adaptación televisiva, pero nada supera la fuerza del texto original. Una lectura dura, sí, pero necesaria y provocadora.
3. El amor en los tiempos del cólera – Gabriel García Márquez
En esta novela, el Nobel colombiano cambia el realismo mágico por un romanticismo melancólico y cargado de obsesión. La historia de Florentino Ariza y Fermina Daza es una oda al amor que resiste (y se transforma) con el paso del tiempo.
Gabo escribe sobre la vejez, la memoria y la fidelidad emocional con una prosa cálida y detallista. No es una historia de amor común, sino una reflexión sobre cómo idealizamos lo que nunca tuvimos… o lo que nunca supimos soltar.
4. El perfume – Patrick Süskind
Jean-Baptiste Grenouille nace con un olfato prodigioso y una misión: capturar la esencia perfecta. La novela transcurre en la Francia del siglo XVIII y combina thriller, horror y una sensualidad enfermiza que atrapa desde la primera página.
Süskind logra algo raro: un libro que casi se puede oler. Su estilo es tan envolvente que uno siente el hedor de los mercados y la pureza del perfume más delicado. Una experiencia sensorial y perturbadora.
5. El juego de Ender – Orson Scott Card
En plena guerra contra una raza alienígena, la humanidad entrena a niños superdotados para comandar la defensa del planeta. Ender Wiggin es uno de ellos, y su entrenamiento en una escuela espacial redefine lo que creemos sobre liderazgo, ética y manipulación.
Es más que ciencia ficción militar: es una historia sobre la infancia forzada a madurar bajo presión extrema. Card creó un clásico que entretiene y, al mismo tiempo, deja muchas preguntas incómodas en el aire.
6. Meridiano de sangre – Cormac McCarthy
Pocas novelas son tan salvajes como esta. Inspirada en hechos reales, sigue a “el niño” mientras se une a un grupo de cazarrecompensas que asesina indígenas en la frontera entre México y Estados Unidos a mediados del siglo XIX.
McCarthy escribe como si esculpiera palabras con piedra. Su estilo seco y brutal convierte el oeste en un infierno sin redención. Un libro exigente, sí, pero también una obra maestra sobre la violencia como destino.
7. El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas – Haruki Murakami
Dos historias paralelas: una ocurre en un Tokio subterráneo y surrealista; la otra, en una ciudad amurallada donde no existe la sombra. Murakami mezcla ciencia ficción, filosofía y melancolía como solo él sabe hacerlo.
Este libro es un enigma que se disfruta más por su viaje que por su lógica. Si te gusta lo raro, lo introspectivo y lo profundamente humano, aquí tienes un universo literario listo para explorar.
8. Lestat el vampiro – Anne Rice
En esta segunda entrega de Crónicas Vampíricas, Rice le da voz al carismático y rebelde Lestat, que toma el protagonismo con una biografía llena de excesos, violencia y arte. Un vampiro que no pide perdón, sino que disfruta cada pecado.
Rice reinventa el mito vampírico con glamour, profundidad psicológica y mucho rock and roll interior. Si te gustó Entrevista con el vampiro, este libro lleva la saga a un nuevo nivel de intensidad.
9. Menos que cero – Bret Easton Ellis
Clay, un joven rico de Los Ángeles, regresa a casa por Navidad y se sumerge en un mundo de fiestas vacías, drogas, sexo y apatía. Es la novela definitiva sobre la generación X perdida en el exceso y la desconexión emocional.
Escrita con un estilo frío y distante, Ellis logra que el lector sienta ese vacío que consume a sus personajes. Dura, incómoda y brutalmente honesta, sigue siendo un retrato agudo del nihilismo juvenil.
10. Contacto – Carl Sagan
¿Qué pasaría si la humanidad recibiera un mensaje de vida inteligente desde el espacio? Sagan, científico y divulgador, responde con una novela que combina ciencia real, dilemas filosóficos y un profundo humanismo.
La protagonista, Ellie Arroway, es una mujer brillante que representa lo mejor de la curiosidad humana. Contacto es una novela de ideas, pero también de emociones. Un clásico para quienes creen que la ciencia también puede contar grandes historias.
11. El expreso polar – Chris Van Allsburg
Aunque es un libro infantil, su impacto se percibe en la adultez. Un niño viaja en tren al Polo Norte la noche de Navidad y descubre el poder de la creencia. Las ilustraciones de Van Allsburg y su tono nostálgico lo convirtieron en un clásico instantáneo.
Es una historia corta, mágica y atemporal. La clase de libro que te recuerda por qué creías en cosas imposibles cuando eras niño… y por qué tal vez deberías volver a hacerlo.
12. El hombre que confundió a su mujer con un sombrero – Oliver Sacks
Una colección de casos clínicos reales donde el neurólogo Oliver Sacks muestra cómo las enfermedades del cerebro afectan la percepción, el lenguaje y la identidad. El título ya anticipa lo extraordinario de lo que hay dentro.
Lejos de ser un texto médico frío, este libro tiene un corazón enorme. Sacks trata a sus pacientes con humanidad, empatía y una fascinación que contagia. Leerlo es una forma de comprender lo frágil y asombroso que puede ser el cerebro humano.