¿Alguna vez te has sentido frustrado al no poder mantener el ritmo de carrera durante mucho tiempo? ¿Te gustaría completar una carrera larga sin sentir que tu cuerpo se desmorona al cruzar la meta? Entonces necesitas conocer el Jeffing, una técnica revolucionaria que ha cambiado la forma de correr de miles de personas en todo el mundo.
Inventado por Jeff Galloway, exatleta olímpico y coach de running, el Jeffing es tan simple como efectivo: alternar tramos cortos de carrera con caminatas programadas. Pero no te dejes engañar por su simplicidad: esta técnica tiene el poder de transformar tu rendimiento, proteger tus músculos y cuidar tu salud mental.
Correr + caminar = mejor rendimiento
La esencia del Jeffing consiste en alternar sesiones de carrera de 1 a 2 minutos con caminatas de duración ligeramente mayor. Por ejemplo, podrías correr durante un minuto y caminar durante 90 segundos, repitiendo este ciclo durante 20 minutos.
¿El truco? Estos intervalos permiten que tu cuerpo se recupere parcialmente mientras sigues en movimiento, lo que te ayuda a mantener el esfuerzo durante más tiempo sin llegar al agotamiento.
Ideal para novatos, potente para expertos
Originalmente pensado para ayudar a los principiantes a iniciarse en el running sin miedo, el Jeffing se ha convertido en una herramienta valiosa también para corredores experimentados.
Principiantes: pueden empezar con un plan tipo “Del sofá a los 5K”, integrando caminatas estructuradas que reducen el riesgo de lesiones y aumentan la motivación.
Corredores avanzados: pueden utilizar intervalos de carrera-caminata para mejorar su rendimiento en largas distancias e incluso alcanzar nuevos récords personales.
Cuerpo menos cansado, mente más fuerte
Uno de los grandes beneficios del Jeffing es su impacto en la salud mental. Al reducir la ansiedad y la sensación de fatiga durante las carreras, esta técnica fortalece tu resistencia psicológica frente al esfuerzo prolongado. Te ayuda a disfrutar del proceso en lugar de sufrirlo.
Además, como reduce la fatiga muscular, terminarás tus entrenamientos con más energía y mejor humor, lo que facilita mantener la constancia a largo plazo.
Ciencia detrás del método: ¿funciona de verdad?
Un estudio publicado en la Journal of Science and Medicine in Sport comparó los tiempos de maratón de corredores que usaron Jeffing con los de corredores que no caminaron. ¿El resultado? Los tiempos fueron prácticamente los mismos, con un promedio de entre 4:07 y 4:34 en ambos casos.
La gran diferencia fue que los corredores que utilizaron el método de correr-caminar reportaron menos dolor muscular y una recuperación más rápida después de la carrera. Menos sufrimiento y mismos resultados. Nada mal, ¿verdad?
Cómo empezar a practicar Jeffing
Mantén una relación de carrera a caminata de al menos 1:2 (por ejemplo, corre 1 minuto, camina 2).
Ajusta progresivamente. A medida que mejores tu condición, aumenta los tramos de carrera y reduce los de caminata.
Sé constante. La clave está en la regularidad y la escucha activa de tu cuerpo.
El poder de caminar estratégicamente
“Al alternar entre los músculos que usamos al correr y los que usamos al caminar, distribuimos mejor el esfuerzo, lo que mejora el rendimiento general”, explica Jeff Galloway. Esto es especialmente útil en maratones, donde evitar el desgaste muscular puede marcar la diferencia entre terminar con éxito o abandonar a mitad de camino.
Los descansos bien colocados no sólo previenen lesiones, también ayudan a conservar energía mental y física, aumentando tus probabilidades de alcanzar tus objetivos de carrera.
¿Estás listo para ‘Jeffear’?
Si creías que correr largas distancias solo era para quienes aguantan el sufrimiento sin quejarse, el Jeffing viene a derribar ese mito. No se trata de ir más lento, sino de ir más lejos... y con menos dolor. Tanto si eres nuevo en el mundo del running como si llevas años acumulando kilómetros, esta técnica puede ayudarte a correr con más inteligencia, eficiencia y disfrute.