Hay algo visceral y primitivo en el terror interactivo. Mientras que el cine nos ofrece un asiento en primera fila para el horror, los videojuegos nos lanzan directamente al corazón del abismo, nos dan una linterna con poca batería y nos dicen: “Sobrevive si puedes”. Halloween es la excusa perfecta para apagar las luces, ponerte los auriculares y sumergirte en mundos donde cada rincón esconde algo que te quiere muerto. Y en este terreno, el terror digital ha sabido crear experiencias inolvidables que combinan narrativa, atmósfera y mecánicas para estrujarte el alma sin piedad.
A continuación, te presentamos una selección de los 12 mejores videojuegos de terror de la historia. No es una lista cualquiera. Cada uno de estos títulos ha dejado huella por su capacidad para contar una historia envolvente, provocar miedo genuino y reinventar, a su manera, las reglas del survival horror. Si estás buscando algo con lo que realmente sentir el Halloween en la piel, aquí están tus nuevos peores amigos.
1. Resident Evil (Remake y saga clásica)
En una mansión abandonada, agentes especiales descubren un experimento biológico que se ha salido de control. Zombies, mutaciones, traiciones y una tensión constante hacen de esta saga una de las más influyentes del género.
Resident Evil definió el survival horror moderno. Con recursos limitados, inventarios ajustados y enemigos letales, el juego convierte cada decisión en una cuestión de vida o muerte. Su remake de 2002 es una clase maestra de atmósfera gótica, diseño de niveles y sonido ambiental. Jugarlo de noche, con auriculares, sigue siendo una experiencia que te obliga a mirar por encima del hombro.
2. Silent Hill
Un hombre llega a un pueblo envuelto en niebla para buscar a su hija desaparecida. Lo que encuentra es una pesadilla viva: criaturas deformes, realidades paralelas y una carga psicológica que retuerce la mente.
Silent Hill no te asusta con sobresaltos fáciles; te desgarra lentamente el alma. Es un terror más introspectivo, más sucio, más incómodo. Cada criatura representa traumas humanos, cada rincón del pueblo está cargado de simbolismo. Su banda sonora, firmada por Akira Yamaoka, es una sinfonía de incomodidad. Un clásico que demuestra que el verdadero miedo nace dentro de uno mismo.
3. Outlast
Eres un periodista que se infiltra en un manicomio abandonado para descubrir los horrores que allí se esconden. No tienes armas, solo una cámara con visión nocturna… y una pila de baterías que siempre parece acabarse.
Outlast llevó el horror en primera persona a otro nivel. Es brutal, implacable y claustrofóbico. La sensación de vulnerabilidad es absoluta: correr, esconderse y rezar para que no te encuentren son las únicas mecánicas. Pocos juegos consiguen mantener la tensión de forma tan constante. No apto para cardíacos.
4. Dead Space
En una nave minera abandonada en el espacio profundo, el ingeniero Isaac Clarke se enfrenta a una amenaza alienígena que transforma a los humanos en monstruos grotescos conocidos como Necromorfos.
Dead Space es el “Alien” de los videojuegos. Mezcla ciencia ficción con gore y una atmósfera opresiva que te encierra en pasillos oscuros, llenos de crujidos y cosas que se arrastran por los conductos. Su sistema de desmembramiento estratégico revolucionó la acción en el terror, y su remake en 2023 reafirmó su lugar como uno de los grandes.
5. The Last of Us
En un mundo post-apocalíptico arrasado por una infección fúngica, Joel y Ellie emprenden un viaje que va más allá de la supervivencia. Es una historia de amor, pérdida y redención.
Aunque no es un juego de terror puro, The Last of Us merece estar aquí por cómo fusiona el drama humano con un mundo infestado de criaturas aterradoras. Los chasqueadores son un testimonio de cómo el diseño sonoro puede generar pánico puro. Pero lo más inquietante no son los monstruos… sino los humanos, que han perdido toda moral. Un juego que duele tanto como asusta.
6. Soma
Despiertas en una instalación submarina científica, sin saber cómo llegaste allí. Algo anda mal. Las máquinas creen ser humanas. Y tú… ¿sigues siéndolo?
Soma es una obra filosófica disfrazada de survival horror. No te lanza sustos gratuitos; te enfrenta a preguntas existenciales sobre la identidad, la conciencia y la muerte. Su ambientación es fría, aislada, y profundamente inquietante. Un terror más cerebral que visceral, pero igual de perturbador.
7. Alan Wake
Un escritor en busca de su esposa desaparecida se encuentra atrapado en un pueblo donde la oscuridad cobra vida… y parece estar basada en su propia novela, que no recuerda haber escrito.
Alan Wake combina la tensión de Twin Peaks con la narrativa de Stephen King. La mecánica de luz como arma contra las sombras es brillante, y su atmósfera te sumerge en un thriller psicológico con toques sobrenaturales. Es un juego donde la historia y el ambiente pesan tanto como el peligro.
8. Phasmophobia
Tú y tu equipo son cazafantasmas modernos. Armados con herramientas paranormales, entran en casas embrujadas para identificar la presencia que habita allí. El problema: los fantasmas te escuchan. Literalmente.
Pocas experiencias multijugador han capturado tan bien el terror como Phasmophobia. El uso del chat de voz para interactuar (y provocar) a los espíritus es brillante. Cada misión se convierte en una película de horror improvisada entre amigos. Y lo mejor (o peor): el juego nunca te dice si estás realmente a salvo.
9. Little Nightmares
Controlas a una pequeña figura con gabardina amarilla atrapada en un mundo grotesco lleno de criaturas deformes. No hay combates, solo sigilo, huida… y una constante sensación de indefensión.
Little Nightmares es un cuento oscuro, retorcido y hermoso. Usa el diseño visual y el simbolismo para contar una historia muda pero profundamente inquietante. Jugarlo es como caminar por una pesadilla de la infancia hecha realidad. Pequeño en escala, inmenso en impacto.
10. Siren: Blood Curse
En un pueblo japonés maldito, un grupo de personajes debe sobrevivir a la amenaza de los Shibito, muertos vivientes conscientes que reviven una y otra vez. La visión se fragmenta: ves el mundo a través de los ojos de los enemigos.
Esta joya oculta de PlayStation es uno de los juegos más opresivos jamás creados. El sistema de sightjacking (ver a través de los ojos de otros) genera una tensión constante y una sensación de paranoia absoluta. Su atmósfera folclórica japonesa y su narrativa fragmentada lo convierten en una experiencia perturbadora y única.
11. Alien: Isolation
Amanda Ripley, hija de Ellen Ripley, investiga la desaparición de su madre. Se encuentra atrapada en una estación espacial donde un solo Xenomorfo acecha. No puedes matarlo. Solo esconderte.
Este es, sin duda, el mejor videojuego de Alien. La inteligencia artificial del Xenomorfo es despiadada e impredecible, lo que significa que nunca estás completamente a salvo. Cada paso, cada respiro mal contenido puede ser el último. El sonido, la dirección de arte retrofuturista y la sensación de impotencia lo elevan a la cima del horror de supervivencia.
12. The Forest
Tras un accidente aéreo, despiertas en una isla aparentemente desierta. Pero no estás solo. Una tribu de caníbales mutantes te observa. Construir, sobrevivir y descubrir la verdad es la única forma de escapar.
The Forest combina terror con supervivencia en mundo abierto. Lo que empieza como un Minecraft oscuro se convierte rápidamente en una historia de horror tribal, con enemigos que te acechan y rituales macabros. La tensión de la noche en este juego es brutal, y su secuela (Sons of the Forest) solo ha profundizado el horror. Es ideal para quienes quieren una experiencia más abierta, pero no menos terrorífica.