Cuando se trata de mejorar nuestra salud, siempre estamos en busca de hábitos sencillos que nos brinden bienestar. Olvida el mito del agua con limón; existe una alternativa igual de fácil y mucho más deliciosa: el café.
El café como superalimento: Descubre sus sorprendentes beneficios
Muchos de nosotros dependemos del café para mantenernos alerta y aumentar nuestra energía a lo largo del día. La cafeína en el café es un estimulante que no solo combate el sueño, sino que también mejora nuestra capacidad cognitiva.
A pesar de la mala fama que el café ha tenido en el pasado, los últimos estudios han demostrado que es un auténtico superalimento. Los expertos han señalado que el café puede contribuir a la prevención de diversas enfermedades, incluyendo el cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes y el Parkinson.
Un estudio publicado en “Trends in Cardiovascular Medicine” sugiere que beber de dos a tres tazas de café al día tiene un impacto positivo en el metabolismo. Esto se traduce en la reducción de los niveles de azúcar en sangre, del colesterol y en la eliminación del exceso de grasa en la cintura.
El café contra enfermedades cardíacas
Además, se ha observado una posible disminución de las probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas y una mejora en la sensibilidad a la insulina, lo que reduce el riesgo de diabetes.
El café también muestra promesa en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, aunque se requiere más investigación para entender completamente esta conexión. Los flavonoides presentes en el café, sustancias naturales también encontradas en frutas y verduras, podrían ser responsables de estos beneficios al reducir la inflamación y la mutación celular.
Sin embargo, es importante recordar que el café no afecta a todas las personas de la misma manera. Aquellos que sufren de ansiedad, nerviosismo o hipertensión deben controlar su consumo. Las embarazadas deben limitarse a una taza al día.
Entonces, ¿cuánto café debemos consumir diariamente? En general, se recomienda que una persona adulta sin condiciones médicas especiales no tome más de dos tazas al día, preferiblemente antes de las seis de la tarde para no afectar el sueño. Cambiar a café descafeinado por la tarde puede ayudar a engañar al cuerpo cuando necesitas una bebida reconfortante sin la cafeína.