Slow Living: la filosofía que promueve vivir más despacio para vivir más feliz

Formas de vida como el slow living nos hacen reflexionar sobre la necesidad de vivir sin prisas, gozar el proceso y darnos cuenta de que menos, a veces, es más.

slow-living-la-filosofia-que-promueve-vivir-mas-despacio-para-vivir-mas-feliz.jpg

GETTY IMAGES

Los tiempos que corren son poco menos que caóticos: juntas de última hora, tareas que entregara contrarreloj, tráfico interminable, y una necesidad urgente de que todo ocurra rápido. En esta marea de tensiones surge una filosofía de vida que aboga por tomarse un respiro y dejar de lado la inmediatez: el slow living.
A pesar de que la sociedad actual tiene todas las facilidades para vivir rápido y consumir en grandes cantidades (coches, aplicaciones, servicios de streaming, internet en todos lados), lo cierto es que eso no asegura un bienestar mental ni físico. A veces ocurre todo lo contrario: las urgencias y la sobreexposición a la información nos agobia y nos hace creer que debemos ser súper productivos.
Por fortuna, hay formas de vida como el slow living que nos hacen reflexionar sobre la necesidad de hacer menos y sin prisas, gozar el proceso y darnos cuenta de que menos a veces es más, sobre todo para la salud mental. Hay una frase que resume muy bien este concepto: vivir el presente sin pensar en lo que ya fue y en lo que debe ser.
Muchas veces no somos capaces de sobrellevar nuestras obligaciones y cumplir nuestros objetivos debido a que no sabemos priorizar. Esto nos lleva a una sobrecarga de trabajo, estrés y la sensación de que todo está mal.
El slow living nos dice que es posible llevar todo a cabo si sabemos definir qué es lo más importante, qué es lo que puede esperar y qué es lo que quizás debamos eliminar de nuestra vida. Piensa en los momentos en que saturaste tu agenda de compromisos por no saber qué era importante y lo que no.

Cómo llevar a cabo el slow living

El hecho de que en los tiempos actuales vivamos contrarreloj no significa que no podamos encontrar espacios para llevar a cabo esta práctica. Puedes comenzar por pequeñas acciones que a la larga se traducen en buenas enseñanzas para vivir más consciente del tiempo presente.
Por ejemplo, cuando camines, comas, o haces ejercicio, sé consciente de lo que haces y no lo veas como parte de una rutina sin sabor: eres una entidad que vive, piensa y respira, pero que también siente. Tómate unos instantes para disfrutar del entono; saborea los alimentos en lugar de solo consumirlos; al practicar tu deporte favorito, siente el esfuerzo e tu cuerpo, los latidos de tu corazón la habilidad y fuerza que tienes para llevarlo a cabo.
El slow living es la filosofía de experimentar lo que haces de manera más vívida, más consciente y con mayor atención en los detalles “mínimos”. Recuerda que a pesar de que la sociedad espera que seamos capaces de hacer bien cinco cosas a la vez, hay momentos en que el cuerpo y la mente requieren de un merecido respiro.

Te interesará
El viajero solitario se distingue por un alma aventurera y la capacidad de abrirse a nuevas experiencias.
Cuando aprendes a soltar y a que la vida siga su curso es más sencillo ser feliz, según el fluxing.
No importa cómo lo hagas. Lo importante es hacer de este momento una sesión saludable para tu cuerpo y mente.
Estos lugares demuestran que el buen gusto se sirve también en paredes, techos y suelos.
En el país con más lagos y alces del mundo, las cabañas son cosa seria. Estos planes en Ontario, Yukón y la Columbia Británica prometen naturaleza en grande y estancias de diez.