Una de las últimas leyendas del cine francés se ha ido. La actriz Brigitte Bardot falleció este 28 de diciembre a los 91 años, dejando tras de sí uno de los referentes más importantes en la actuación cinematográfica de cualquier época.
Entre los protagónicos más relevantes de la nacida en París está lo que hizo en “Y Dios creó a la mujer” (1956), “La verdad” (1960) y “El desprecio” (1963). Y es precisamente de la primera de la que tenemos algo que mencionar, en honor al revolucionario trabajo de Brigitte Bardot en el cine.
La escena de Brigitte Bardot que cambió al cine
“Y Dios creó a la mujer” es une película de 1956 dirigida y escita por Roger Vadim, en la que Brigitte Bardot protagonizó una escena que cambio al cine. ¿Por qué?
Bardot baila, en medio del bullicio, una secuencia de mambo, descalza, rompiendo todos los esquemas morales de la época, lo que la convirtió en un símbolo femenino de la libertad y la sensualidad.
¿Qué hace especial a esta escena?
Son varios puntos a destacar, pero posiblemente lo más importante es que redefinió la representación de la mujer en el cine. Su baile, desinhibido y sensual, dejó puso de manifiesto una representación de la mujer libre de culpa o castigo moral.
Brigitte Bardot baila para sí misma, no para agradar ni seducir a un hombre. Esto rompió lo que hasta antes se había visto, con la mujer objeto pasivo del deseo masculino.
Por si fuera poco, Bardot supera la figura de la “femme fatale” clásica y encarna algo nunca visto en el séptimo arte: rebeldía, sexualidad sin sofisticación, naturalidad y juventud.
En razón de momentos como este, Brigitte Bardot trascendió y logró encumbrarse como una de las grandes estrellas de cualquier tiempo.