Inspirada en la historia del periodista estadounidense Jake Adelstein, se estrena Tokyo Vice, serie de drama y crimen protagonizada por Ansel Elgort.
Por Mario P. Székely
No es común ver a Ansel Elgort rodeado de silencios, pero en la escena que vemos, hasta el sonido del golpe de los hielos dentro de un vaso pueden crisparlo. Frente a él, el embajador del más poderoso grupo de mafia de Japón le exige entregar su pluma de periodista a cambio de su vida. Alrededor de ellos, está la cámara del director Michael Mann (Heat). Las palabras que salen de sus bocas vienen de las memorias de un periodista de la vida real, Jake Adelstein, ahora protagonista del argumento de la miniserie Tokyo Vice para HBO.
Elgort ha forjado una carrera escabulléndose a la costumbre de ser clasificado. Lo vimos en la cinta de adolescentes The Fault in Our Stars (2014); también huyendo del remake de Carrie un año atrás, y en 2017 lo vimos perderse en el ritmo de sus audífonos como un asaltante de bancos en Baby Driver, recibiendo nominaciones al Globo de Oro. Eso fue suficiente para que Steven Spielberg detuviera la búsqueda de quién sería su estrella masculina en West Side Story (2021), en la que Ansel Elgort es un renegado pandillero de Nueva York que encuentra al amor de su vida, mientras sus piernas y canto denuncian la inevitabilidad del destino.
Llega al submundo de la mafia japonesa
Tras disfrutar de aprender salsa con varios de sus compañeros latinos en la adaptación del musical de Broadway, Elgort, de 28 años, ha afilado la voz gruesa que lo distingue y habla en japonés en la adaptación de la vida de Adelstein para, con libreta en mano, llevarnos como audiencia al submundo de la mafia en la moderna capital del país del sol naciente. Los 8 episodios de Tokyo Vice comenzaron a transmitirse a inicios de abril, y el detonador de los mismos es Michael Mann, que si algo sabe es contar historias súper visuales con hombres que no dependen sólo de la testosterona para voltearlos a ver. Al Pacino, Robert De Niro y Daniel Dey-Lewis son un ejemplo. Ahora le toca la exigencia a Elgort. Esta serie podría ser ese rito de iniciación para que Hollywood lo considere para roles serios.
Actores como Ken Watanabe y Rinco Kikushi, ambos nominados al Oscar, son sinodales de la transición de Ansel, quien muestra en Tokyo Vice la obsesión de un joven periodista con raíces en Estados Unidos, que se vuelve el primer extranjero en la redacción del diario más importante de Japón, cubriendo la sección policiaca y atrayendo enemigos por doquier, incluso en la misma redacción. Relajado, mientras platicamos con él, Ansel Elgort inicia simplemente diciendo: “Amaría hacer ahora un musical en teatro”.
¿Por qué es importante para ti Tokyo Vice?
Ya había visitado algunas veces Japón antes de filmar la serie. La ciudad me afecta de muchas maneras, tanto cultural como visualmente. Así que la idea de hacer una serie en Tokyo se me hizo interesante, tanto por lo que íbamos a hacer como por el proceso de producirla.
¿Cómo te adentraste a representar al periodista Jake Adelstein y qué retos te topaste?
Jake habla un japonés fluido y practica artes marciales en su tiempo libre, sumado a que es un periodista de investigación. Fue complicado esquivar estos tres retos como actor, pero una vez que abracé los desafíos, me encantó dedicarme a aprender nuevas cosas para mi vida, teniendo como excusa mi papel. Michael Mann me motivó poniéndome en contacto con expertos en estos todos estos temas, gracias a los cuales adquirí, por lo menos para la pantalla, estas habilidades. Por ejemplo, para aprender todo lo que hace un periodista, acompañé a un reportero del L.A. Times. Hice entrevistas a oficiales de policía en la Central del Sur de Los Ángeles, platicando con ellos sobre crímenes que estaban investigando al momento.
Me dieron la oportunidad de hacer mi propia investigación sobre un robo en Hollywood. Realicé entrevistas y obtuve citas textuales para tener un panorama de la escena del crimen que la policía estaba trabajando en su informe. Aprendí que los periodistas de investigación son importantes para darle seguimiento a los casos policiacos. Creo que los periodistas juegan un rol integral en el proceso de la aplicación de la ley, especialmente cuando hay casos de corrupción en la policía, así como ayudándolos a resolver los casos, en el marco de la ley.
Michael Mann es un director muy visual, ¿cómo describes su estilo de trabajo en el set de rodaje?
Fue muy divertido intentar no perderle el ritmo a Michael. Él siempre te está inspirando. Incluso siempre registraba todo en una grabadora de cassette, diciéndonos: “Si no lo grabas o lo escribes de inmediato, nunca sabrás cómo alguien dijo algo”. Mientras filmábamos, pasamos mucho tiempo con un periodista de investigación japonés, quien nos dijo: “Espero algún día ser parte pequeña de su historia”. Michael recordó esa aseveración y la convirtió en uno de los diálogos de las escenas en que el personaje de Samantha (Rachel Keller), le pregunta a Jake: “¿Qué es lo que deseas obtener de todo esto?”
¿Qué aprendiste de Japón después de conocer su cultura?
Haz algo al 100% o no lo hagas para nada. Hazlo todo con el mejor espíritu atrás. Esa es la manera en que los padres en Japón instruyen a sus hijos desde pequeños. Se llama Ki, o Chi en chino. En inglés es ‘spirit’ (‘espíritu’ en español). Es sobre hacer todo en la vida, pero con gran espíritu. Incluso los detalles más pequeños, o en los trabajos menos catalogados, lo haces con fuerte espíritu o si no, mejor no lo haces.
¿Cómo fue trabajar al lado de Ken Watanabe y Rinko Kikuchi?
Ken es un actor legendario. Es técnicamente perfecto y sus expresiones y voz son magníficas, algunas veces te asusta, otras te ríes y en otras más es muy misterioso. Estoy muy honrado de trabajar con Ken en Tokyo Vice. Rinko Kikushi es una fabulosa actriz. Más de una vez tras filmar una escena, yo pensaba “esta toma estará en la versión final”, porque era magnífica. Ella es muy talentosa y a la vez humilde. Habla japonés, coreano e inglés en la serie.
Aún cuando ya habías producido tu primer disco Unite como cantante en 2014, fue dos años después (en Baby Driver) cuando nos atrapó tu imagen urbana con unos audífonos puestos, bailando por la ciudad y en camino a ayudar a robar un banco como chofer de un auto. ¿Es esta imagen fiel a tu personalidad?
Amo cantar y bailar. Incluso sin los audífonos puestos, puedo escuchar música golpear mi mente y sí… ¡esa es la imagen correcta!
¿Qué tipo de música, cantantes o grupo llevas en tu playlist ahora?
He estado conviviendo mucho con mi padre, quien siempre me sugiere figuras del jazz clásico, como Count Basie. Amo su simplicidad y qué tan bien lidera su banda, haciendo pequeñas exclamaciones con su piano que inyectan energía sin tomar control sobre la melodía. Errol Garner es también alguien sorprendente de escuchar. Y mi favorito nuevo artista es Ckay. Mi reciente obsesión de los últimos años es Prince, quien nunca deja de inspirarme y sorprenderme. Vi su película Purple Rain tres veces el año pasado.
Posees una voz con tono fuerte, grave. ¿Cómo consideras tu propia voz como instrumento para transmitir la personalidad de un personaje en pantalla?
Con mi voz intento no escucharme a mí mismo, más bien permito que las emociones de la escena decidan cómo me escucho y cómo digo las cosas.
La vida trata a veces de encontrar el ritmo de cada día, entre lo que sueñas y lo que debes hacer como obligación o como trabajo, incluso por el sólo sentir que estás fluyendo. ¿Te ves a ti mismo como alguien que está buscando ese “bit” en la vida?
Siempre estoy viendo hacia delante sobre lo que la vida tiene que ofrecer, bueno o malo, nunca sabes lo que está por llegar, pero tienes que abrazarlo. Lo bello de ser un artista, es que sientes que es realmente maravilloso que al final del día estés vivo. Que hayas sentido algo, que hayas tenido una nueva experiencia, trabajado duro, enfrentado adversidad, éxito. Todo esto es parte de tu historia. Y sí, amo vivir.
Finalmente, ¿Cómo eres en términos de moda y estilo?
Amo vestirme con atuendos formales. Algunas veces llevo colores alocados y ropa con diseños curiosos, por ejemplo cuando me monto en mi bicicleta y salgo por las calles de Nueva York durante el invierno. También visto ropa holgada con mi capucha tipo ‘hood’ en gris y negro, cuando voy a jugar basketball, para sumarle misterio e intimidar a mis oponentes. A veces me pongo un traje para ir a cenar. Me gusta usar distintos estilos todo el tiempo y amo cómo cada traje te hace sentir completamente diferente.
Fotos: JuanKr Estilismo: Salvador Cosío Asistente de estilismo: Lucia Lee Locación: Moxy, Chelsea, NY Sigue leyendo... Karim Benzema nos reveló, en exclusiva, su secreto infalible para lograr el éxito Michael Bublé está de regreso con ‘Higher’ (y promete volver pronto a México)