Platón (427 a. C - 347 a. C.) fue alumno de Sócrates y luego maestro de Aristóteles, hechos que por sí mismos lo dejan lejos de pasar desapercibido. Pero claro que hay más. Este hombre nacido en Atenas, en el seno de una familia aristocrática, empezó su camino hacia la verdad por medio de la poesía, pero tras conocer a Sócrates y aprender de él tomó una nueva ruta a la misma meta: la filosofía.
Se cree que toda lo que escribió llegó hasta nuestros días, lo que supone uno de los mayores tesoros del pensamiento occidental, por su integridad e influencia. En su haber se cuentan diversas obras filosóficas que abarcan temas como la psicología, la antropología, la epistemología, la metafísica, la cosmología, la política y más.
Uno de los mayores aportes de Platón se materializó en la Academia de Atenas, una escuela filosófica que continuaría por más de 900 años después de su fundación. En ella, por ejemplo, se desarrolló casi todo el trabajo matemático de la época.
Sin dudarlo, se puede asegurar que Platón es una de las figuras más importantes de la Antigüedad, no solo por lo que aprendió y enseñó, sino también por el espacio que brindó al conocimiento, con el cual propuso nuevas ideas para ordenar al mundo.
Pensamientos de Platón
Pensar es el diálogo del alma consigo misma.
De noche, especialmente, es hermoso creer en la luz.
El sabio querrá estar siempre con quien sea mejor que él.
Las piedras más grandes no pueden quedar bien asentadas sin contar con las más pequeñas.
La poesía está más cerca de la verdad vital que la historia.
Si buscas, encontrarás.
Cuando un hombre no se sacrifica por sus ideas, o no valen nada estas o no vale nada el hombre.
Los hombres más fuertes son los que se han planteado cómo es la realidad.
Debemos construir una sociedad en la que cada uno haga aquello en lo que es mejor.
Lo bello es el resplandor de la verdad.