Definitivamente algo nos está diciendo la extraña dirección que toma un grupo de galaxias del Universo primitivo.
Debido a recientes observaciones del telescopio espacial James Webb han empezado a sostenerse mejor los argumentos de que el Universo está dentro de un agujero negro. De acuerdo con esta idea, la naturaleza rotativa del cosmos se explicaría precisamente a razón de que este nació en uno de esos objetos.
El James Webb, que empezó a operar apenas en 2022, ha descubierto que la gran mayoría del espacio profundo y, por tanto, las primeras galaxias, giran en la misma dirección. Resulta que este extraño hecho ha dado a pensar a los científicos que existe una dirección preferida para la rotación galáctica.
“Aún no está claro cuál es la causa, pero hay dos posibles explicaciones principales”, afirma en un comunicado Lior Shamir, director del equipo y profesor asociado de Informática en la Escuela Superior de Ingeniería Carl R. Ice. “Una explicación es que el universo nació girando. Esa concuerda con teorías como la cosmología de los agujeros negros, que postula que todo el Universo es el interior de uno de ellos”.
El Universo: Más grande de lo que se pensaba
Resta decir que la idea de que nuestro Universo observable podría ser el interior de un agujero negro, dentro de un Universo mayor, no es nueva, pues se le introdujo por el físico teórico Raj Kumar Pathria y por el matemático I. J. Good.
De ser así, el límite de nuestro Universo visible sería a la vez el horizonte de sucesos de este enorme “monstruo” que nos alberga.