El ser humano sueña, desde hace muchas décadas, con llegar a otros sistemas planetarios. La idea se encuentra firme en la mente de un grupo de científicos que creó i4is en 2012, una organización sin fines de lucro que convocó a un proyecto (Proyecto Hyperion) para diseñar algo único: una nave que tenga todas las probabilidades para realizar un viaje de 400 años hacia Alfa Centauri, la galaxia más cercana a nuestro sistema solar.
El proyecto ganador resultó ser Chrysalis, del cual se destaca “su coherencia a nivel de sistema y el diseño innovador de la estructura modular, así como su profundidad de detalle, por ejemplo, en la preparación y fabricación de la misión”.
El equipo de investigadores detrás de este proyecto está integrado por los italianos Giacomo Infelise (arquitecto y diseñador), Veronica Magli (científica), Guido Sbrogio (astrofísico), Nevenka Martinello (ingeniera ambiental) y Federica Chiara Serpe (psicóloga).
Las siete etapas
Chrysalis no es otra cosa más que una súper nave de aproximadamente 58 kilómetros diseñada para albergar poblaciones humanas que cumplan el objetivo de llegar hasta Alfa Centauri. El viaje requerirá, al menos, 400 años para completarse y se dividirá en diversas etapas.
La primera consta de 70-80 años en la que se hará la selección de los tripulantes para después llevarlos a la Antártida, con el objetivo de que se adapten a entornos aislados.
La segunda etapa, que se desarrollará durante 25 años, consta en la construcción de la nave en el punto L1 de Lagrange del sistema Tierra-Luna. En este lugar se evitarían las tensiones causadas por los efectos gravitacionales que afectarían a su despegue, debido a sus enormes dimensiones.
Luego se llevaría a cabo el despegue, lo cual sería la tercera etapa del proyecto. La nave tardaría casi un año en alcanzar su velocidad máxima. A partir de este momento, el viaje se completaría en 400 años hasta llegar a su destino.
Chrysalis: un crucero estelar de 58 kilómetros de longitud para viajar por las estrellas
La nave Chrysalis tiene una capacidad máxima de 2.400 personas que vivirán a lo largo de los 58 kilómetros de longitud de la nave. La vida de esta comunidad se organizaría en anillos concéntricos, donde hay viviendas, zonas de cultivo y ecosistemas artificiales para producir comida.
Se prevé que el trabajo de agricultura se realice con la ayuda de robots e integrará diferentes técnicas como policultivos y agroforestería. No habrá jerarquías ni autoridades. Las ventanas y las paredes de la nave funcionarán como grandes pantallas LCD donde se recrearán paisajes de la Tierra para evitar la sensación de confinamiento.
Una maravilla tecnológica llamada Cosmos Dome
La nave Chrysalis se compone también del “Cosmos Dome”, una gran cúpula de 130 metros de alto y 360 de diámetro que se utilizaría durante la fase de transferencia. Este lugar tendrá capacidad para todos los habitantes, y su finalidad es promover el sentido comunitario y la observación del cosmos.
Los nacimientos dentro de la nave
Un viaje de 400 años contempla la muerte y nacimiento de sus pasajeros, que buscan hacer historia en su trayecto hacia Alfa Centauri. En el momento del despegue hacia las estrellas, el proyecto contempla que viajen 250 hombres y 250 mujeres de entre 25 y 28 años. Cada persona podrá tener un máximo de dos hijos entre los 28 y los 31 años. Con esto en mente, se espera que sea la decimotercera generación de Chrysalis la que aterrice en Alfa Centauri.
“Chrysalis no es solo un entorno físico, sino también un espacio cognitivo para sus habitantes. El aspecto fenomenológico de vivir y habitar en el espacio profundo, lo que se experimenta y el significado psicológico de ser una criatura del cosmos es central en el diseño de la nave espacial”, afirman los creadores del proyecto.