Evaluar tu estado físico es de suma importancia, pues te asegura tomar las medidas necesarias para mejorarlo, o bien, mantenerte a tono. En caso de que desees saber cómo te encuentras, Harvard tiene un método bastante práctico que puedes hacer desde tu casa o lugar de trabajo. Se llama Prueba del escalón de Harvard. Y es tan fácil de hacer y te toma tan poco tiempo que tal vez corras a hacerlo en cuanto termines esta lectura.
Tan sencillo como subir un escalón
En efecto, esta prueba consiste en subir y bajar un escalón de 45 centímetros durante 5 minutos a un ritmo de 30 ciclos por minuto. Una vez que terminas, debes medir la frecuencia cardiaca durante los 3 minutos posteriores al esfuerzo. Esto te permite calcular tu índice de recuperación.
Para ello necesitas un método confiable para medir la frecuencia cardiaca como un cronómetro, monitor de pulso, o un reloj deportivo.
Hay que decir que esto es una prueba, no una rutina de ejercicio. Lo ideal es que practiques alguna actividad deportiva y que la prueba del escalón de Harvard sea un monitoreo sobre los avances en tu fuerza física y de recuperación.
Los expertos en acondicionamiento físico recomiendan repetir esta prueba cada 4 a 6 semanas para evaluar progresos.
¿Quién diseño la prueba del escalón de Harvard?
Esta prueba es una invención del doctor Lucien Brouha en la Universidad de Harvard allá por 1942. Desde entonces es una de las formas más eficientes de evaluar la capacidad cardiovascular de cualquier persona.
Es llamativo cómo una prueba que nació en plena Guerra Mundial sigue vigente, lo cual nos habla de su eficiencia.
Cómo empezar a mejorar tu capacidad aeróbica
Si sientes que no estás en forma y deseas dejar de lado el sedentarismo para comenzar a moverte más, puedes elegir varias actividades que te ayudarán a estar en forma: caminar rápido, ciclismo, o natación.
También puedes hacer pequeños cambios en tu rutina como subir escaleras en lugar de hacerlo por el elevador.
De cualquier manera, recuerda que toda prueba y método de entrenamiento debe ser supervisado por un experto en la salud o un coach deportivo. Solo ellos te puedan guiar acerca de lo que más conviene a tu salud tomando en cuenta factores como edad, peso, estilo de vida y más.
Tu cuerpo, mente y salud te lo van a agradecer de por vida.