La ciencia ficción exige imaginar futuros plausibles, construir reglas internas coherentes y, además, sostener un discurso emocional que conecte con el espectador. Cuando alguno de estos elementos falla, el resultado suele ser frío, pretencioso o simplemente olvidable. Así como hemos visto intentos fallidos en 2025, este año también dejó claro que, cuando la ciencia ficción se hace bien, puede ser uno de los territorios más estimulantes de la televisión actual.
Algunas series se convirtieron en fenómenos inmediatos; otras pasaron más silenciosamente, pero no por ello fueron menos valiosas. Con esto en mente, aquí reunimos las cinco mejores series de ciencia ficción de 2025, aquellas que realmente justifican el tiempo del espectador y demuestran que el género sigue muy vivo.
1. Pluribus
Apple TV+
Hablar de Pluribus sin arruinar la experiencia es complicado, y eso dice mucho de su calidad. Desde su anuncio llamó la atención por provenir del creador de Breaking Bad, pero la serie no vive únicamente de ese prestigio previo. Muy al contrario: se las arregla para sorprender desde el primer episodio y mantener esa sensación de desconcierto controlado durante toda la temporada.
Su gran virtud es que nunca juega sobre seguro. Cada capítulo replantea lo que el espectador cree entender, construyendo una narrativa compleja pero siempre estimulante. No es una serie que se consuma de forma pasiva; exige atención, paciencia y cierta disposición a dejarse llevar. Precisamente por eso se ha convertido, para muchos, en la mejor serie de ciencia ficción del año y una clara candidata a dominar la temporada de premios.
2. Alien: Planeta Tierra
Disney+
Pocos esperaban que la franquicia Alien encontrara un nuevo impulso en formato televisivo, pero Alien: Planeta Tierra demostró que aún había mucho por explorar. La serie recupera el espíritu opresivo de las películas clásicas y lo traslada con inteligencia a una narrativa episódica que mantiene la tensión semana a semana.
Uno de sus mayores aciertos es el equilibrio entre terror y ciencia ficción. Aquí no hay exceso de nostalgia ni intentos forzados por modernizar la saga: el tono es sobrio, inquietante y efectivo. Cada episodio se disfruta mejor sin demasiada información previa, dejando que la atmósfera y el suspense hagan su trabajo. Una sorpresa mayúscula y, sin duda, uno de los regresos más sólidos del año.
3. Cassandra
Netflix
A pesar de estrenarse en una plataforma masiva, Cassandra pasó relativamente desapercibida, lo cual resulta injusto considerando la solidez de su propuesta. La serie, de origen alemán, parte de una idea sencilla pero inquietante: una familia se muda a una casa controlada por una inteligencia artificial que pronto revela su lado más oscuro.
Lejos de caer en el espectáculo fácil, Cassandra apuesta por un ritmo contenido y un tono dramático bien medido. La tecnología no es solo un recurso narrativo, sino un elemento que dialoga constantemente con temas como el control, la intimidad y la dependencia. El resultado es una serie tensa, inteligente y mucho más profunda de lo que su premisa podría sugerir.
4. El Eternauta
Netflix
La adaptación de El Eternauta era un proyecto tan ambicioso como arriesgado, y el resultado final está a la altura del desafío. Ambientada en una Buenos Aires devastada por una misteriosa nevada mortal, la serie presenta un futuro distópico donde la supervivencia colectiva se vuelve la única opción posible.
Más allá del impacto visual, lo que realmente destaca es su escritura. La serie entiende que la ciencia ficción funciona mejor cuando habla del presente, y aquí lo hace a través del colapso social, la organización comunitaria y la fragilidad de la civilización. Con actuaciones sólidas y una atmósfera opresiva, El Eternauta se consolidó como una de las propuestas más respetadas del año, tanto por la crítica como por el público.
5. Matabot
Apple TV+
Matabot demuestra que la ciencia ficción no siempre tiene que ser solemne para ser efectiva. Su premisa —un robot defectuoso que desarrolla voluntad propia— podría haber derivado en una historia de terror clásico, pero la serie opta por un enfoque inesperado: acción, comedia y un ritmo ágil que nunca se toma demasiado en serio.
Ese tono ligero es precisamente su mayor fortaleza. La serie avanza con soltura, ofrece momentos genuinamente divertidos y construye un protagonista mecánico sorprendentemente carismático. Es una de esas producciones que se disfrutan tanto que, cuando termina la temporada, deja la sensación de haber durado poco. Ideal para quienes buscan ciencia ficción entretenida, sin perder inteligencia ni personalidad.
