Después de conquistar Cannes, Lukas Dhont aspira a ganar el Oscar con ‘Close’, su aclamada segunda película.
La escena que desata el conflicto principal de ‘Close', segunda película del joven director belga Lukas Dhont, es tan sencilla que genera escalofríos una vez que se analiza al correr los créditos finales.
Al interior de un salón de clases, una niña le pregunta a “Léo” (Eden Dambrine) si su relación con “Rémi” (Gustav De Waele) va más allá de la amistad. El simple cuestionamiento –"¿Ustedes están juntos?"– desata todo tipo de reacciones: molestia en “Léo”, risas entre sus compañeras de mesa y sorpresa en “Rémi”. Sin aspavientos, los espectadores acaban de ser testigos de un momento clave en la historia de los amigos de solo 13 años. El momento en el que su inocencia es destruida por el mundo en el que vivimos.
El efecto que provoca la secuencia no es involuntario. Hasta ese momento, el lazo entre ambos se había demostrado en escenas inocentes como pijamadas, paseos en bicicleta y cenas donde los niños –apenas unos adolescentes– formaban parte de las familias del otro. El solo plantear una intención detrás de ese vínculo, siguiendo los lineamientos de la sociedad, lo estropea por completo.
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“Como sociedad, y me incluyo en ello, estamos condicionados a ver la intimidad entre hombres inmediatamente como algo sexual”, comenta Dhont a Esquire México en una entrevista a distancia ofrecida después de que ‘Close’ fue seleccionada como una de las cinco contendientes al Oscar a Mejor Película Internacional este año. “Siento que les hemos estado diciendo a los hombres que el único lugar en el que pueden encontrar intimidad en este mundo es a través del sexo. En ese sentido, las mujeres han hecho un mejor trabajo en estar íntimamente la una para la otra”.
La exótica intimidad masculina...
Después de abordar la historia de una joven transgénero que aspira a desarrollar su identidad mediante la danza en su aclamada ópera prima, ‘Girl’, Lukas Dhont se interesó en desarrollar historias íntimas con las que cualquiera pudiera identificarse. Primero pensó en escribir –junto a su colaborador habitual, el guionista Angelo Tijssens– el drama de un personaje queer adolescente. Sin embargo, su enfoque cambió después de leer el libro ‘Deep Secrets: Boys’ Friendships and the Crisis of Connection’ de la psicóloga Niobe Way.
En él se reúnen los testimonios de 150 chicos para hacer un retrato universal sobre la amistad entre hombres. Curiosamente, en la mayoría de los relatos se hablaba de cercanía, de entendimiento, de complicidad. Una amistad podría ser fácilmente descrita como un tipo de amor inocente, puro. Todo cambiaba, por supuesto, cuando los niños crecían y se enfrentaban a los prejuicios de la sociedad. Era algo perfecto con lo que el propio Lukas podía identificarse.
“A una edad temprana me aterraba la intimidad con otros hombres, porque sabía que inmediatamente se vinculaba con lo sexual”, señala el director nacido en 1991. Con eso en mente, Dhont y Tijssens comenzaron a escribir una historia que priorizaba el amor de dos amigos sobre cualquier dejo de romance o sexualización innecesaria: “Uno de nuestros deseos primarios era mostrar un tierno y cariñoso vínculo entre dos niños que no hablaba sobre su sexualidad, sino de esa especie de amor en su forma más libre que solo puede darse en la infancia; ese jardín del Edén donde el amor no tiene que tener un nombre”.
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Al plasmar dichas ideas en la pantalla sucedió algo casi mágico. La amistad entre “Léo” y “Rémi” se lograba con naturalidad. Los jóvenes podían abrazarse, compartir secretos y silencios, dormir en la misma cama o responderse con miradas sin intenciones ocultas. Con honestidad se reproduce una amistad sincera e inocente. “Esta intimidad entre los hombres es tan exótica de presenciar. Vemos a tantos hombres peleando entre sí que cuando vemos a unos aferrándose al otro se crea una confrontación con el vocabulario visual que nos hacía falta”, comenta Dhont. Después llega la desgracia. Los cuestionamientos sobre la relación entre los chicos provoca una tragedia de la que ni los personajes, ni los espectadores, podrán reponerse rápidamente.
“El arte puede ser una forma de sanar cuestiones colectivas”
Desde su estreno en el pasado Festival de Cine de Cannes, donde se alzó con el Gran Premio del Jurado, ‘Close’ ha introducido en las audiencias preguntas válidas sobre la masculinidad, la amistad y los miedos causados por los convencionalismos sociales.
Para Dhont, que identifica la ficción como “una gran forma para hablar y un gran escudo para no hacerlo sobre él”, esto es un triunfo completo. Los cuestionamientos que en algún momento rondaron su cabeza han llegado a otros y ahora son ellos los que se los hacen, los que se pueden poner en los zapatos del otro y comprenderlos.
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“Espero que esta pieza pueda ser una catarsis colectiva en lugar de una personal”, dice a la cámara desde la habitación de un hotel en Estados Unidos. “No hago películas como terapia, las hago porque creo que es importante hablar (sobre algunos temas). Y porque creo que el arte puede ser una forma de sanar cuestiones colectivas”.
‘Close’ estrenó en cines mexicanos el 3 de marzo. La película llegará al catálogo de la plataforma de streaming Mubi el próximo 21 de abril.
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