¿Por qué un volante de un F1 tiene tantos botones?

Más que un simple timón, estos volantes son tableros de control de calibre industrial. Solo que, en lugar de una planta, controlan un monoplaza a más de 300 km/h… Cada botón puede ser determinante en el resultado de la carrera

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Cuando uno piensa en un auto deportivo, imagina un volante firme, tal vez con «paddle shifts» y una estética agresiva. Pero el volante de un Fórmula 1 moderno es otra cosa por completo: Es un componente electrónico, ergonómico y altamente personalizado que permite al piloto ajustar decenas de funciones en tiempo real. Y, de hecho, no hay dos volantes iguales.

Del aro al panel: una evolución a toda velocidad

Como casi todos los aspectos de esta competencia, los volantes de F1 comenzaron siendo mucho más simples. En los años 50 y 60 eran literalmente eso: aros de madera o metal con tres radios y cero botones. Pero a medida que la tecnología automotriz y la telemetría avanzaron, los ingenieros empezaron a cargar el volante con más y más funciones. Para los años 90, ya contaban con botones básicos como un control para la radio. Desde entonces, no han dejado de multiplicarse. Hoy, el volante es tan importante como el motor o la aerodinámica.

¿Qué controlan todos esos botones?

Un volante moderno de F1 tiene entre 20 y 30 botones, diales e interruptores, agrupados por función. Aquí te explicamos algunas de las más importantes:

  • DRS (Sistema de reducción de arrastre): Sistema de reducción de resistencia aerodinámica. Permite abrir una parte del alerón trasero para ganar velocidad en rectas. Solo se puede usar en zonas habilitadas y bajo ciertas condiciones.

  • ERS (Sistema de recuperación de energía): Sistema de recuperación de energía. Convierte el calor de los frenos y el movimiento del turbo en energía eléctrica, que el piloto puede usar para ganar potencia durante ciertos momentos.
  • Brake Balance: Permite ajustar el balance de frenado entre el eje delantero y trasero, ideal para optimizar frenadas en curvas diferentes.
  • Engine Modes: Son configuraciones del motor para alternar entre potencia máxima (modo de ataque) y ahorro (modo de gestión). Cambiar el modo puede ser crucial para adelantar o cuidar el coche.
  • Fuel Mix: Ajusta la mezcla aire-combustible. Más rica para más potencia, más pobre para eficiencia. Influye en el consumo y la temperatura del motor.
  • Pit Limiter: Limita automáticamente la velocidad del coche en el pit lane a 80 km/h (o lo que marque el reglamento del circuito).
  • Neutral y Clutch Bite Point: Usados en el arranque y situaciones especiales. El primero pone el coche en neutral y el segundo ajusta el punto óptimo del embrague para arrancar bien.
  • Overtake Button: Un modo todo-o-nada. Le da al piloto máxima potencia del motor durante algunos segundos. Perfecto para adelantar o defender posición.
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¿Por qué tantos controles?

En plena carrera, el piloto está ajustando el coche constantemente: cambia la configuración de frenos en cada vuelta, administra la batería del ERS, responde a cambios en la pista o en el clima, y ejecuta instrucciones del equipo. No es exagerado decir que el piloto moderno también es un ingeniero en movimiento, y el volante es su interfaz.

Más allá del glamur, los colores y las cámaras onboard, el volante de un F1 es una herramienta de precisión. Con él, el piloto no solo gira el monoplaza: cambia mapas de potencia, configura la estrategia de carrera y ejecuta órdenes tácticas a la décima de segundo. En un deporte donde cada milésima cuenta, tener el control al alcance de los dedos hace toda la diferencia. ¿No lo crees? Fíjate en las manos cuando veas la siguiente carrera. Ahí está toda la magia.

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