Dada la singularidad de la obra literaria de Jorge Luis Borges, tenemos el adjetivo “borgeano”, que muchas personas usan como palabra común.
Jorge Luis Borges, un escritor nacido en Buenos Aires, Argentina, el 24 de agosto de 1899, es para muchos críticos y asiduos lectores el más grande de su gremio en América Latina. Como poeta su talento es incuestionable, pero es más bien en sus relatos cortos, laberínticos, complejos y filosóficos, donde la maestría de este erudito daba su mejor exposición. En este tenor queremos hablar sobre lo que significa que algo sea “borgeano”, porque sí, tal adjetivo existe, dando cuenta de que la literatura de Borges era algo único.
Un grande de las letras
Aunque Borges nunca se hizo del Premio Nobel, lo que, de hecho, se considera un error en la historia de estos galardones, la verdad es que a la posteridad no le hizo falta este reconocimiento para encontrarse con el enorme valor que descansa en la obra del argentino.
Jorge Luis Borges nació en 1899 y murió el 14 de junio de 1986. Estudió en Suiza e Inglaterra, vivió en España y regresó a su natal Argentina, en 1921. Ya en su país, Borges traía un nombre reconocido en el ámbito intelectual, que le dio las licencias para internarse en el sector correspondiente y fundar las revistas Prisma y Prosa.
En 1923 Jorge Luis Borges publicó su primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires, y en 1935 Historia universal de la infamia, un compendio de relatos cortos.
Además de su labor como poeta y escritor de otros géneros, Borges se desempeñó como crítico literario y traductor. Él, por ejemplo, fue de los que trajo la obra de Virginia Woolf, Henri Michaux y William Faulkner a nuestro idioma.
Entre muchos reconocimientos más, Jorge Luis Borges, autor de libros de referencia mundial, como Ficciones y El Aleph, fue galardonado con numerosos títulos de Doctor Honoris Causa por universidades de prestigio, como Columbia, Yale, Oxford y La Sorbona.
Casi al final de su vida, en 1979, Borges conquistó el mayor premio de la literatura en lengua española, el Miguel de Cervantes.
¿Qué significa que algo sea “borgeano”?
Leer al Borges no es fácil; no es la clase de literatura con la que alguien se iniciaría. Pero cuando uno se abre camino entre su erudición y ambigüedad metafísica, se encuentra ante la belleza de una obra hecha con precisión, que ofrece una experiencia de esas que solo los escritores universales brindan.
Eso de arriba, que puede sonar abstracto, es en cierta forma lo que significa que algo se “borgeano”. Sin embargo, el adjetivo ha traspasado los lindes de la literatura para llegar hasta un uso común, en el que normalmente recurrimos a este para englobar una combinación de profundidad intelectual, misterio y complejidad.