Te compartimos las mejores frases que Albert Einstein nos legó. El amor, la vejez, la soledad y Dios estuvieron siempre en su pensamiento.
Hace 146 años, el 14 de marzo de 1879, llegó al mundo un ícono de la ciencia: Albert Einstein. Este hombre fue un físico alemán que, aunado a su Premio Nobel, quedó grabado en la historia de la humanidad por haber desarrollado la teoría de la relatividad. Su revolución al conocimiento permitió empezar a explicar el Universo de una forma distinta, pero, desde luego, también nos enseñó otras maneras de entender el espacio y el tiempo.
En esta importante fecha, queremos compartirte las mejores frases que alguna vez dijo este increíble científico y emblema del conocimiento.
De la física a la esencia de la vida
La palabra Dios es la expresión y el producto de las debilidades humanas.
Quien sea descuidado con la verdad en asuntos pequeños no se puede confiar en asuntos importantes.
El verdadero signo de la inteligencia no es el conocimiento, sino la imaginación.
Trate de no convertirse en un hombre de éxito, sino trate de convertirse en un hombre de valor.
La soledad es dolorosa cuando uno es joven, pero muy agradable cuando uno es más maduro.
La distinción entre el pasado, presente y futuro es sólo una ilusión obstinadamente persistente.
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
Todas las religiones, artes y ciencias son ramas del mismo árbol.
Somos los arquitectos de nuestro propio destino.
El azar no existe; Dios no juega a los dados.
La memoria es la inteligencia de los tontos.
El amor es luz, dado que ilumina a quien lo da y a quien lo recibe.
El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón.
Lo importante es no dejar de hacerse preguntas.
La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices.
