¿Sientes pavor cuando la carta de vinos cae por casualidad en tus manos? ¿Quieres impresionar en una primera cita? ¿Vas a casa de tus suegros y temes no pasar la prueba? Aquí te decimos cómo ordenar vino en un restaurante para no quedar como un ignorante o, peor aún, como un pretencioso.
Cómo ordenar un vino en un restaurante
1. Cuestión de negocios
Te toca ir a comer con tu jefe y unos clientes importantes. Rut Cotroneo, una de las sommeliers más reconocidas de España te aconseja: “elige un vino que no sea ni crianza ni reserva. En una comida de trabajo, la elección debe ser un vino intermedio que combine con los diferentes platos”.
2. Pídele consejos al sommerlier
“No te avergüences, es peor pretender ser un experto que preguntar a un profesional”, explica Rut. De hecho, cuidado con pasarte de comentarios rídiculos. Es más “si el restaurante cuenta con una cava, puedes aprovechar y acompañarlo para elegir el vino, intercambiar comentarios con él para expresarle gustos y preferencias...”.
3. Cómo ordenar un vino para esa cena especial...
¿Qué pedir? “En una mesa para dos en una primera cita puede ser un vino tinto con crianza, un vino que se vaya “abriendo” a medida que avanza la noche y que se irá haciendo más rico en matices al final de la cena”. https://www.esquirelat.com/comida-bebida/5-cervezas-artesanales-mexicanas-que-debes-probar/
4. ¿Cómo impresionar a los amigos (que no saben de vinos)?
Si tienes la típica cena de amigos en busca del último sitio de moda, elige “un aromático blanco o a un vino joven y fresco”. O, ¿por qué no? Los rosados, los vinos más “trendy” del año.
5. ¿Cómo impresionar a los amigos (que sí saben de vinos)?
“En una elección entre amigos donde el protocolo no existe, es cuando podemos arriesgar y aventurarnos a conocer distintas denominaciones de origen sin complejos y olvidarnos de los clásicos de siempre”.
6. Cómo ordenar un vino con tus suegros...
“Ve a una tienda especializada y pide un vino tinto elaborado con una uva española poco conocida, por ejemplo la bobal”. https://www.esquirelat.com/comida-bebida/mejores-tragos-con-tequila/
7. Blancos no tan típicos
Con los blancos, con las D.O. en general, hay que romper a veces con la tradición. Prueba un vino Chardonnay fermentado en barrica. ¡Una delicia!
8. ¿Y la temperatura?
“El vino siempre al gusto. Si te parece que está caliente, que no te asuste pedir una cubitera (¡aunque sea un tinto!) o incluso meter un cubito de hielo en la copa”.
9. Ojo, el precio NO INDICA NADA
No creas que quedas mal con un vino más barato ni te sientas más con el más caro. No es ni mejor ni peor. “El vino es como la música. No escuchas lo mismo un sábado por la noche en una discoteca que un domingo de relax. No es lo mismo el vino que tomas en un restaurante en invierno en la montaña que en una hamaca en la playa”.
¡DISFRUTA!
Esto te lo decimos nosotros. Olvida pomposidades, protocolo snob y complejos. Si no sabes cómo ordenar un vino, pregunta, déjate llevar y aprende de este mundo fascinante. Y si sabes, siempre habrá algo que no conozcas.
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