Debido a que hay casos en aumento del enamorarse de inteligencias artificiales, los expertos estudian las consecuencias de este fenómeno.
La inteligencia artificial (IA) sigue expandiendo sus posibilidades. Ese futuro que muchas películas nos advirtieron está cerca y, en algunos casos, ya cumplido. Los chatbots de IA tienen cualidades cada vez más parecidas a las humanas, que aumentan la propensión de los usuarios a desarrollar sentimientos por una tecnología que les escucha y les contesta. En razón de ello, enamorarse de inteligencias artificiales está siendo más común.
Investigaciones sobre esta línea han demostrado que las IA tienen potenciales para tocar las fibras más sensibles de seres humanos que se sienten solos, incomprendidos o rechazados. Pueden ofrecer compañía, aliviar la soledad y potenciar las emociones positivas con mensajes de apoyo.
En conclusión, los expertos han visto ante ellos la creciente posibilidad de que cada vez sean más los que establezcan relaciones apasionadas con la IA. Y es que, aunado a todo, dichas tecnologías ofrecen espacios de confianza y libres de juicios.
Una relación peligrosa
En un artículo del sitio especializado Live Science se toca este punto. Se dice que todavía queda mucho por definir acerca de los peligros que entrañan estos vínculos con la IA, pero, por lo pronto, lo que puede pronosticarse sin mucho problema es un perjuicio a las habilidades sociales de los usuarios.
“Los chatbots románticos pueden dificultar el desarrollo de las habilidades sociales y los ajustes necesarios para navegar por las relaciones del mundo real, incluida la regulación emocional y la autoafirmación a través de las interacciones sociales. La falta de estos elementos puede impedir que los usuarios cultiven relaciones genuinas, complejas y recíprocas con otros seres humanos”, apunta Valerie A. Lapointe, aspirante a doctoranda en psicología por la Universidad de Quebec (Canadá).
La experta agrega que además las personas pueden desarrollar dependencia por entidades digitales, para obtener la validación de buscan. En consecuencia, alguien entregado a este vínculo con la IA no solo corre riesgo de ver alterada su dinámica social, sino también su percepción de cómo debe de ser esta. Y eso que aún los especialistas están descubriendo las repercusiones de esto en la psicología humana.