Los actos de desayunar, comer o cenar se han convertido en mucho más que saciar el apetito. Hoy, los grandes templos gastronómicos del mundo son también galerías de arte arquitectónico y espacios donde el diseño, la iluminación, los materiales y hasta la vajilla cuentan una historia. Comer bien es importante, pero hacerlo en un lugar espectacular es una experiencia que deja marca.
La plataforma de premios internacionales Prix Versailles, reconocida por celebrar la excelencia en arquitectura y diseño, reveló su esperada lista de los 10 restaurantes más bellos del mundo en 2025. En cada uno de ellos se vive una experiencia estética que fusiona alta cocina con entornos que cortan la respiración.
1. Gerbou – Dubái, Emiratos Árabes Unidos
Este restaurante es un homenaje vivo a la identidad de los Emiratos. Ocupa un edificio restaurado de los 80 y redefine el lujo desde lo local: sofás de cuero de camello, madera de árbol Ghaf —símbolo nacional— y platos que celebran ingredientes de la región. Gerbou no solo sirve comida, sino cultura. Un templo moderno del diseño emiratí.
2. Smoked Room – Dubái, Emiratos Árabes Unidos
14 asientos. Cocina abierta. Dos estrellas Michelin en seis meses. Smoked Room es fuego puro: paredes oscuras, espejos suspendidos, iluminación tenue y una lámpara que parece arder. Aquí se respira intensidad y exclusividad. Cada plato es una chispa, especialmente en su menú Fire Omakase, donde el humo lo envuelve todo.
3. Blackswan – Pekín, China
Elegancia pura en blanco y negro. Situado en el Museo de Arte Fotográfico Luo Hong, este restaurante francés se inspira en la gracia de los cisnes. Mármol, plumas, estanques con aves reales y un menú moderno que convierte cada bocado en una escena. Una experiencia casi cinematográfica, suave y sofisticada.
4. Ortensia – Shanghái, China
Diseño híbrido: herencia francesa, esencia japonesa y raíces chinas. Ortensia es un viaje estético que florece, literalmente, en hortensias. Cada rincón parece una postal: paneles metálicos, texturas naturales, luz tenue. La comida franco-japonesa no decepciona, con presentaciones que rozan lo escultórico.
5. The Lobster Club – Palma de Mallorca, España
¿El Mediterráneo en su versión más hedonista? The Lobster Club. Frente al mar, con una piscina infinita, camastros de teca y sombrillas rayadas, este lugar vibra con energía y color. Su cocina se centra en los frutos del mar, pero su diseño te transporta directamente al verano eterno. Imposible no quedarse horas.
6. Bouchon Carême – Helsinki, Finlandia
Una mezcla perfecta entre lo clásico y lo nórdico. Ubicado en un edificio de 1900, este bistró combina muros de ladrillo, hierro forjado y luz natural a raudales. Madera cálida, platos refinados y una atmósfera de calma sofisticada lo hacen uno de los secretos mejor guardados del norte de Europa.
7. Ladurée Rue Royale – París, Francia
Donde nació el macarrón, y donde el tiempo parece haberse detenido. Esta casa parisina del siglo XIX fue restaurada con gusto exquisito: techos dorados, tapicería de terciopelo, candelabros y ese aroma inconfundible a pastelería francesa. Ir a Ladurée es como entrar a un cuento de hadas con final dulce.
8. Ducasse Baccarat – París, Francia
Cuando el cristal se convierte en protagonista. Alain Ducasse firma este restaurante de alto lujo dentro de la Maison Baccarat. Las arañas de cristal, vitrinas brillantes y un menú que reinventa las regiones francesas elevan la experiencia a un nivel casi teatral. Para una cena de gala, sin moverse de la mesa.
9. Julie’s – Londres, Reino Unido
Un clásico bohemio que volvió con fuerza en 2024. Julie’s es color, texturas y personalidad: terciopelos, espejos antiguos, estampados y una vibra ecléctica que mezcla el Londres chic con el Londres salvaje. Ideal para largas sobremesas con martinis y buena conversación.
10. Shell – Nusa Penida, Bali
Un nido de bambú en forma de concha marina, al borde de los acantilados de Diamond Beach. Este restaurante ecológico, diseñado por Pablo Luna Studio, respira con el mar: estructura abierta, brisa constante y una estética orgánica que se funde con el paisaje. Comer aquí es como volver al origen, con sabor a paraíso.