Los estiramientos son una parte esencial del entrenamiento. Salir a correr sin calentar antes la musculatura o irse a la ducha nada más terminar la rutina de ejercicios aumenta significativamente el riesgo de sufrir lesiones. Y lo último que quiere un deportista es lesionarse.
Y es que, aunque todos sabemos que practicar cualquier actividad deportiva de manera moderada y regular es una de las piedras angulares de un estilo de vida saludable, muchos ignoran que calentar antes y estirar después de entrenar es tan importante como el propio ejercicio realizado.
Para evitar lesiones se debe hacer una serie de estiramientos
Como nos cuenta Isaac Zuñiga, modelo fitness, “tanto el calentamiento previo como los estiramientos posteriores son fundamentales para prevenir lesiones. Eso sí, ambos deben adaptarse al objetivo, a la capacidad física de cada persona y al deporte que se vaya a desarrollar”.
La importancia de calentar antes de entrenar
El objetivo del calentamiento previo es, además de prevenir lesiones, preparar la musculatura para la actividad deportiva. Calentar antes de entrenar proporciona muchos beneficios, como oxigenar la sangre o preparar las articulaciones, y la clave es ir de menos a más. Como norma general, es recomendable empezar haciendo ejercicios de movilidad articular que involucren rotaciones y flexibilidad. Se pueden iniciar de arriba abajo (es decir, del cuello hasta los tobillos) o al revés, y continuar con ejercicios de movilidad dinámica para aumentar el riego sanguíneo y la temperatura corporal y mejorar la activación muscular.
¿Por qué debes estirar después de entrenar?
Uno de los errores más comunes en el gimnasio es que muchas personas se suelen saltar los estiramientos después de entrenar porque consideran que su sesión ya ha acabado. Y, aunque de primeras no van a sentir nada, los problemas aparecen después. Porque no relajar la tensión muscular generada durante la práctica deportiva dificulta una correcta recuperación, favorece la aparición de dolores musculares y articulares y se genera una fatiga continuada que se notará en las siguientes sesiones de entrenamiento. Para evitarlo, y al igual que te has preparado para la actividad, puedes empezar con ejercicios de abajo hacia arriba, asegurándote de pasar por todos los grupos musculares. De esta manera conseguirás bajar poco a poco las pulsaciones, mejorar el rango de movimiento, prevenir los dolores musculares, relajarte y aliviar el estrés.
Los estiramientos son un componente clave en tu rutina de ejercicios. No los subestimes y aprovecha al máximo tu tiempo en el gimnasio. Tu cuerpo te lo agradecerá con mejores resultados y una menor probabilidad de lesiones.