Con tantos países tan concentrados y tan cerca, y a pesar de un reducido tamaño, Europa tiene una cantidad abrumadora de cultura, historia y buena vibra. El “viejo mundo” hace honor a su nombre como cuna de las civilizaciones modernas y sigue siendo incomparable a nivel patrimonio y, también, a nivel de estilo de vida. Belleza por donde mires, variedad, ambiente, gastronomía... También tranquilidad, porque cuenta con alguna de las ciudades más seguras del mundo. Son innumerables los atributos y lugares que merecen la pena en este continente, aunque nosotros hoy pretendemos cometer la osadía de intentar quedarnos solo con 10, 10 de sus mejores ciudades para viajar en otoño. Por: Andrés Galisteo Estas son el hogar de más de la mitad de los turistas del planeta cada año durante una buena temporada, algo deben saber. Algunas son de las urbes más importantes, impresionantes e influyentes de la Tierra. Otras, aun a pesar de sus dimensiones relativamente discretas, ofrecen una diversidad espectacular y son destinos de esos en los que uno dice “me quedaría a vivir” sin pensárselo dos veces porque sí, también son de las ciudades con mayor calidad de vida del globo. Con vistas históricas, arte y arquitectura, las ciudades de Europa tienen un encanto innegable y envidiado por el resto del mundo, aunque lo nieguen. Bares, restaurantes, tiendas, museos... Un sinfín de planes complementan las panorámicas y convierten al viaje, siempre, sea cual sea la ciudad que se elija, en algo especial. La escena culinaria, la vida nocturna... Hay muchos más motivos para escaparse a estas diez ciudades y a otras cincuenta más, que las hay, claro que las hay. Por eso nos dimos a la tarea de buscar las mejores ciudades de Europa para viajar. De hecho, en el número radica el principal problema. Con tantos países diferentes que guardan tantísimos recodos y alternativas para ver y hacer, ¿qué destinos europeos son los mejores para visitar? Empecemos con las 10 mejores ciudades de Europa para viajar.
Mejores Ciudades para Viajar a Europa
Atenas, Grecia
Visitar las ruinas de renombre mundial en Atenas es como dar un paso atrás en el tiempo a la antigua Grecia, paseando entre portentosas columnas y deidades de mármol de siglos antes de Cristo. La dosis de historia en la Acrópolis no tiene rival igual que no lo tiene su panorámica.
Berna, Suiza
Berna es más que el centro político de Suiza, también es uno de los lugares más bonitos de todo el país. Construida alrededor del río Aare, la ciudad tiene maravillosas vistas desde casi todos los ángulos, incluidas las pasarelas cubiertas y la encantadora Ciudad Vieja (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). Asegúrate de pasar por su catedral y su torre del reloj del siglo XIII.
Brujas. Bélgica
De cuento de hadas. Con sus tranquilos canales arbolados y sus calles empedradas, es fácil ver a Brujas así. Gran parte del encanto de la ciudad radica en su casco antiguo inmaculadamente conservado, construido entre los siglos XII y XV; toma asiento en un café cerca de Markt (la plaza principal) y limítate a contemplar y perderte durante todo el día.
Budapest, Hungría
Budapest es la capital y ciudad más poblada de Hungría, y una de las ciudades más grandes de la Unión Europea. Alberga el edificio del parlamento húngaro y la colina Gellért, que ofrece impresionantes vistas panorámicas de la ciudad, y el río Danubio, que la divide convirtiéndola en un destino romántico y especial. Su vibrante vida nocturna es popular por su cantidad de bares y clubes “en ruinas”.
Copenhague, Dinamarca
Algunas de las atracciones turísticas más populares de Europa están en Copenhague e incluyen el parque Tivoli, el castillo de Rosenborg y el colorido canal Nyhavn con sus típicos edificios a los lados. También es conocida por su deliciosa cocina y por algunos de los mejores restaurantes del mundo, el ciclismo y, bueno, por una de las poblaciones más felices del mundo.
Edimburgo, Reino Unido
Edimburgo es una de las ciudades más infravaloradas de Europa, si no la que más. Hay algo tan mágico y etéreo en esta ciudad medieval que se gana el corazón de muchos al instante. Puntos extra: hay un montón de ubicaciones de Harry Potter. Aquí es donde la propia J. K. Rowling escribió gran parte de su trabajo en los cafés, inspirándose en muchos rincones del centro antiguo.
Estambul, Turquía
Ya puerta a Asia, Estambul es magnética como pocas, ya sea por la energía febril del Gran Bazar o la estética de lo antiguo y lo nuevo de Karaköy. La arquitectura es imponente en la Mezquita Azul y Hagia Sophia, núcleos turísticos definitorios en sus estilos bizantino y otomano. ¿Cúpulas enormes, mosaicos de colores, minaretes y caligrafía islámica en Europa? Sí, en Estambul.
Florencia, Italia
La capital de la región italiana de Toscana es comúnmente considerada como una de las ciudades más bellas del mundo. Florencia es puro Renacimiento; tanto, que es imposible absorberlo todo. Pero más allá de la Catedral y el Ponte Vecchio, o de la famosísima Galería Uffizi, asegúrate de dejar tiempo para salir de la principal vía turística. Tan pronto como cruzas uno de los muchos puentes, te espera un mundo completamente diferente de parquecitos, bibliotecas y pequeñas galerías de arte.
Madrid, España
Como no, nuestra gran capital, que merece un hueco entre las mejores. Famosa por ser una ciudad abierta en la que se mezcla gente de todo tipo y de cualquier lugar, además de sus conocidos museos, sus animadas avenidas con todo tipo de tiendas, sus restaurantes de cocinas del mundo o su vida nocturna incomparable, Madrid sorprende con tranquilos rincones históricos llenos de encanto por los que pasear, como el Madrid de los Austrias; con barrios de todos los estilos y con centros culturales alternativos a los circuitos más turísticos. Madrid tiene una autenticidad difícil de igualar. Es hospitalaria y diversa. Madrid es, sin duda, una de las ciudades más interesantes de Europa.
Múnich, Alemania
Es nuestra preferida del país. Repleta de monumentos históricos y museos, Munich fue mencionada por primera vez en el año 1158 y convirtiéndose en importante centro comercial debido a su ubicación en el río Isar. De ahí su riqueza. Las primeras fortificaciones de la ciudad se erigieron en el siglo XII. En el siglo XIII, Múnich fue residencia de la dinastía Wittelsbach. El monumento más famoso, el castillo de Neuschwanstein, fue construido en el siglo XIX bajo el reinado del rey Luis II de Baviera. Otras visitas ilustres incluyen Hofbrauhaus, el Palacio de Linderhof y el Palacio de Nymphenburg. También encontrarás la iglesia de San Pedro y la iglesia de Saint Geist, todo cerquísima para pasear sin parar. Y por supuesto, tienes que tachar su Oktoberfest de tu lista de deseos.
Ahora que tienes la lista de las 10 mejores ciudades de Europa para viajar, ¿cuántas te faltan?
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