De Lestat de Lioncourt a Ethan Hunt: los mejores papeles de Tom Cruise en el cine

Cruise no es simplemente una estrella; es un artesano del espectáculo, un renovador del cine comercial y el último gran héroe del Hollywood clásico que sigue en activo.

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Tom Cruise no necesita presentación. Durante más de cuatro décadas ha sido la definición misma de movie star: carisma inagotable, compromiso físico casi suicida y una habilidad innata para convertir cada proyecto en un evento global. Su reciente Oscar honorífico no es un gesto de cortesía: es la confirmación de que Cruise ha sido uno de los pilares más persistentes, influyentes y visionarios en la historia del cine comercial. Para entender por qué Hollywood decidió consagrarlo, basta revisar sus papeles más emblemáticos —de vampiro aristocrático a agente imposible— y rastrear ahí la evolución de un artista que se rehúsa a dejar de empujar los límites.

Lestat de Lioncourt — Entrevista con el Vampiro (1994)

Cruise sorprendió a todos cuando encarnó a Lestat, el vampiro hedonista y elegante salido de la mente de Anne Rice. Era un papel arriesgado, lejos de su zona de confort de héroes americanos, y aun así lo convirtió en uno de sus personajes más icónicos.
Su Lestat está lleno de contradicciones: cruel, encantador, teatral, sensible, inmortal y, al mismo tiempo, trágicamente humano. Cruise mostró una versatilidad que muchos críticos no le atribuían, demostrando que podía cargar una película desde un registro más estilizado, oscuro y sensual.

Jerry Maguire — Jerry Maguire (1996)

Si hay un papel que encapsula la condición de estrella total, es Jerry Maguire. Cruise interpreta a un agente deportivo que se desmorona para reconstruirse desde la honestidad.
El famoso “Show me the money!” no solo se volvió cultura pop; fue la prueba de que Cruise podía equilibrar comedia, drama y romance sin perder intensidad. Su trabajo le valió una nominación al Oscar y, para muchos, es la actuación más cercana a la perfección emocional de su carrera.

Frank T.J. Mackey — Magnolia (1999)

Paul Thomas Anderson llevó a Cruise a un territorio complejo: el de un gurú misógino que esconde un dolor devastador. Cruise entregó una actuación explosiva, incómoda, profundamente humana.
Para los que creían que Cruise solo sabía correr en pantalla, Magnolia fue un golpe de realidad: puede actuar, y puede hacerlo con una vulnerabilidad brutal. Le mereció otra nominación al Oscar y se convirtió en una referencia obligada para entender su rango dramático.

Vincent — Collateral (2004)

Cruise casi nunca interpreta villanos, pero cuando lo hace, entrega clase magistral. En Collateral se transformó en un asesino a sueldo disciplinado, frío y aterrador. El contraste entre su look canoso y su mirada impasible creó un icono moderno del thriller.
Este papel confirmó que Cruise es capaz de subvertir su propia imagen sin perder presencia ni magnetismo.

Pete “Maverick” Mitchell — Top Gun (1986) y Top Gun: Maverick (2022)

Maverick es más que un personaje: es una institución cultural. El papel que lanzó a Cruise al estrellato regresó con fuerza décadas después para demostrar que la nostalgia puede ser cine de autor cuando alguien realmente cree en el espectáculo.
Top Gun: Maverick le devolvió al cine la experiencia colectiva del blockbuster, salvó salas tras la pandemia y probó que Cruise entiende el pulso de la audiencia como pocos. Nadie más podría haber traído de vuelta el espíritu del héroe clásico sin que se sintiera anticuado.

Ethan Hunt — Misión: Imposible (1996–presente)

Si hay un papel que define el legado de Tom Cruise, es Ethan Hunt. No solo protagoniza la saga: la produce, diseña, moldea y eleva con cada entrega.
Cruise convirtió Misión: Imposible en una catedral del cine de acción moderno. Saltó de aviones en pleno vuelo, trepó el Burj Khalifa, manejó motocicletas al borde del abismo y grabó tomas imposibles sin dobles (como la de la roca que escala y casi “cae al vacío”). ¿El motivo? Una convicción casi obsesiva: dar al espectador algo real.
Ethan Hunt no es solo un personaje; es el vehículo mediante el cual Cruise redefinió qué significa ser una estrella de acción en el siglo XXI.

Por qué Tom Cruise merece un Oscar honorífico

Revolucionó el blockbuster moderno.
Cruise entiende el espectáculo cinematográfico como pocos. Sus películas no son productos: son eventos.
Mantuvo viva la figura del “movie star”.
En una era dominada por franquicias impersonales, Cruise demostró que una estrella puede ser la marca.
Rehabilitó la experiencia teatral.
Top Gun: Maverick devolvió a millones de personas a las salas. Su compromiso con el cine como experiencia colectiva es incomparable.
Es un actor con rango real.
Ha explorado drama, comedia, thriller, romance, fantasía y acción con la misma intensidad.
Dejó huella en generaciones.
De jóvenes cinéfilos a directores, de actores emergentes a veteranos, todos reconocen su influencia.

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