En una de las novelas más largas (y sabrosas) de la temporada baja de la NFL, el desenlace finalmente llegó: Aaron Rodgers firmó con los Pittsburgh Steelers. Sí, leíste bien. El cuatro veces MVP y futuro miembro del Salón de la Fama se muda a la ruda y orgullosa Ciudad del Acero. A sus 41 años, el legendario quarterback deja atrás el caos de su etapa final en los Jets y se enfunda en el clásico negro y dorado para un último baile… o tal vez no tan último.
Un fichaje con aroma a renacimiento
Rodgers firmará este viernes un contrato por un año con los Steelers, justo antes del inicio del minicampamento el próximo martes. La noticia fue confirmada por la tríada sagrada de los insiders de NFL Network —Ian Rapoport, Tom Pelissero y Mike Garafolo— y luego validada por los canales oficiales de la liga.
Este fichaje tiene todo el aroma de una apuesta mutua. Rodgers quiere redención tras una temporada olvidable (5-12 de récord, 3,897 yardas, 28 touchdowns y 11 intercepciones), mientras que Pittsburgh busca experiencia, liderazgo y algo de magia vintage en una posición que se ha vuelto un rompecabezas en los últimos años.
Tomlin y Rodgers: ¿La dupla que nadie esperaba?
Mike Tomlin es un entrenador que no conoce temporadas perdedoras en casi dos décadas al mando. Y ahora, se encuentra con uno de los brazos más talentosos de la historia moderna de la NFL. ¿Hay drama en el horizonte? Tal vez. ¿Hay potencial para algo grande? Sin duda.
Rodgers llega tras la salida de Russell Wilson rumbo a los Giants y la de Justin Fields a los Jets, curiosamente su exequipo. En Pittsburgh lo esperaban Mason Rudolph, Skylar Thompson y el novato Will Howard (tomado en la sexta ronda). Una sala de QBs que gritaba: “¡Necesitamos a alguien que sepa lo que hace!”.
BREAKING: Aaron Rodgers to sign 1-year deal with Steelers ahead of next week's minicamp. (via @tompelissero, @rapsheet, @mikegarafolo) pic.twitter.com/2KBgsTK0aI
— NFL (@NFL) June 5, 2025
¿Con quién lanza AR12?
George Pickens fue canjeado a los Cowboys, así que Rodgers tendrá que armar química con DK Metcalf —una adición poderosa—, el ala cerrada Pat Freiermuth, y receptores complementarios como Calvin Austin III, Robert Woods y el novato Roman Wilson. No es un arsenal de élite, pero tampoco es tierra estéril. Y con Rodgers lanzando, incluso el talento promedio puede brillar.
La pregunta del millón: ¿cuánto queda en el tanque?
Con más de 62 mil yardas por aire y 503 pases de anotación en su carrera, Rodgers no tiene nada que demostrar. Pero sí algo que probar: que aún puede competir al más alto nivel. Y qué mejor escenario que Heinz Field, con una defensa respetada, una cultura ganadora y una ciudad que vive y respira fútbol americano.
¿Humo o fuego en Pittsburgh?
¿Es esto un último intento desesperado o el inicio de una temporada de resurgimiento? Eso lo dirá el tiempo. Por ahora, una cosa es segura: el circo mediático de Rodgers tiene nuevo destino… y Pittsburgh está listo para el espectáculo.
Rodgers no solo lleva su talento, sino también su aura de estrella, su look relajado y sus ya conocidas excentricidades. Así que prepárate para ver al #12 hablando de ayahuasca, liderazgo y el arte de lanzar el balón como solo él sabe… ahora desde el frío industrial de Pensilvania.