Imposible comprender el verdadero valor que una pieza de joyería resguarda bajo su diseño, sus piedras y metales preciosos, sin hablar de la influencia de una marca como Cartier. Desde hace casi 50 años, comenzó a localizar y recuperar significativas piezas que había creado hasta ese entonces. El objetivo fue claro desde el principio: formar una colección con una fuerza que le permitiera transmitir su nutrida historia, la herencia cultural que ha dejado a su paso y su savoir -faire.
Anticiparse a las tendencias y también imponerlas a través de su propio estilo y filosofía ha sido un sello de Cartier desde su temprana existencia. La firma francesa no solamente ha creado algunas de las piezas de joyería, relojería y accesorios más emblemáticas del siglo XX, sino que lo ha hecho en medio de sucesos históricos que marcaron la historia del mundo como fue la Segunda Guerra Mundial.
La Colección Cartier fue tomando forma de esta manera a lo largo de décadas y ha sido exhibida en los museos más emblemáticos del planeta, logrando en todas y cada una de las ocasiones, un impacto innegable entre curadores, artistas y en el público visitante.
De nuevo en México
Aún se recuerda cuando en 1999 la Colección Cartier fue presentada en México por primera vez. El bellísimo Museo del Palacio de Bellas Artes fue el elegido para exhibir las piezas.
Esta vez el acreditado Museo Jumex de la Ciudad de México ha sido el espacio elegido para que la exhibición El diseño de Cartier: Un legado vivo sea vista, para el placer de los visitantes que tendrán la oportunidad de apreciar la habilidad técnica y artística empleada en la creación de las más espectaculares piezas que componen toda la exhibición.
Una experiencia completa
La respetada arquitecta Frida Escobedo fue la responsable del diseño museográfico detrás de la exhibición y Ana Elena Mallet, especialista en diseño mexicano moderno y contemporáneo es la mente maestra detrás de la curaduría. Ambas colaboraron desde sus respectivas áreas de especialidad para crear una experiencia capaz de proveer a los visitantes la esencia de Cartier en sus distintas etapas.
Ana Elena Mallet, con quien platicamos para comprender el significado y alcance de su curaduría en El diseño de Cartier: Un legado vivo nos explica:“Me pareció que era muy importante intentar traer piezas que ya se habían visto en el país y algunas nuevas y de esa manera también comunicárselo a dos generaciones distintas de mexicanos y mexicanas”.
La compleja labor que se tuvo que realizar para lograr traer las piezas seleccionadas a México incluyó a distintas personas, disciplinas y lugares. “Fue un trabajo sistemático, profundo, de involucrarme con toda la gente que tiene que ver, con los curadores y los especialistas investigadores de la colección Cartier. Viajé a París y a Ginebra para conocer y comprender de mejor forma los archivos, toda la parte iconográfica y para –finalmente– ver las piezas en vivo.”
Para Ana Elena –especialista en diseño moderno y contemporáneo, y maestra distinguida del Tecnológico de Monterrey– era fundamental comunicar de manera efectiva a través de la colección lo que se encuentra detrás de piezas tan icónicas. “Por mi formación me interesaba mucho explicar el proceso creativo y de diseño que hay detrás de esas joyas. Entender que son piezas están pensadas, reflexionadas y dirigidas para un cliente, un mercado, pero también para reflejar el patrimonio, el legado vivo de una maison de diseño como es Cartier”.
Las cinco claves de la colección en palabras de Ana Elena Mallet
Primeros años y nacimiento de un estilo
“Entender cómo surge la casa, los primeros diseños e innovaciones técnicas como la utilización del platino para engarzar las joyas. Antes de Louis Cartier se utilizaba la plata”.
Curiosidad universal
“Mientras el mundo está mirando hacia naciones como Egipto, India y China y sus culturas milenarias con fascinación, Cartier también lo hace, lo entiende y reinterpreta para traerlos a su joyería”
El gusto de Jeanne Toussaint
“Louis Cartier la nombró la primera mujer directora creativa de la marca, algo inusual en esa época. Bajó su dirección empiezan las figuras de animales como las panteras, estos bestiarios que hoy son parte de su lenguaje y las piezas asociadas a la naturaleza”
Medir el tiempo y portar la belleza
Una de las grandes innovaciones de Cartier fue hacer el primer reloj de pulsera, en 1907. Fue hecho para el aviador brasileño y amigo de Louis Cartier: Alberto Santos Dumont y fue el reloj bautizado como Santos que se convirtió en un ícono
María Félix
“Logramos conseguir las piezas que fueron parte del legado de La Doña y de su propiedad. El collar de cocodrilos, el de serpiente, una serie de broches de tigres y panteras, aretes y un cinturón de piel con monedas de oro que ella encargó especialmente a la marca. Entender el gusto y estilo de María Félix, así como su relación con la maison será muy especial y causará un gran revuelo”
Imperdible
Ana Elena no tiene duda sobre su pieza predilecta de la colección: “Es un broche pequeño y estará solo en una vitrina. Se llama Free bird y fue diseñada por Jean Toussaint en la década de los años 40. Son un par de piezas: el ave enjaulada y el ave libre. Traeremos el ave libre y los dibujos y bocetos de la pieza con el ave enjaulada. Toussaint diseña la pieza del ave enjaulada cuando los nazis ocupan París y declara que no volverá a diseñar nuevas piezas hasta que París sea liberada”. A su vez, el ave libre se diseñó cuando terminó la ocupación alemana en la capital francesa.
Broche de Lirio
Broche Flamingo
Tiara
Collar de Cocodrilos
Reloj Misterioso con un solo eje
Broche Pantera
Hebilla de cinturón de Escarabajo
La exposición El diseño de Cartier: Un legado vivo estará a partir de hoy y hasta el 14 de mayo. Más información, aquí.
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