La Vieja Guardia 2 no se anda con rodeos. Desde el primer minuto, la película pone a Andy (Charlize Theron) y su equipo en el ojo del huracán. Ya no son solo los inmortales que salvan al mundo en las sombras: ahora enfrentan una amenaza con la que ni ellos contaban. Quynh —la antigua aliada de Andy— ha vuelto, y no precisamente para abrazarla. Ella no solo quiere venganza; quiere ver arder el mundo entero.
Después de siglos atrapada en un ataúd de hierro bajo el mar, Quynh emerge con el corazón roto, la mente alterada y una aliada letal: Discord, una poderosa inmortal interpretada por Uma Thurman, que viene con un historial oscuro y sed de poder. Juntas, se convierten en la amenaza más grande que Andy y su grupo han enfrentado.
El plan de Quynh: destrucción nuclear y una vieja herida
Lo que motiva a Quynh es más que una vendetta: es un dolor acumulado que se transformó en rabia. Su plan inicial era desencadenar una explosión nuclear como castigo a la humanidad... pero Andy logra detenerla justo a tiempo. Eso sí, no sin antes descubrir que todo era parte de la jugada maestra de Discord, quien solo usaba a Quynh para llegar al verdadero objetivo: Nile.
Nile: la clave de todo
Desde la primera película, Nile (KiKi Layne) es un misterio. Una inmortal novata, sí, pero con un potencial que ni ella misma comprende por completo. En la secuela, ese potencial se revela: Nile tiene la capacidad de quitarle la inmortalidad a otros… y de devolvérsela. En otras palabras, es una especie de guardiana del don eterno.
Esa es la razón por la que Discord quiere capturarla: para robarle ese poder y recuperar su propia inmortalidad perdida. Y lo consigue… momentáneamente. Nile, Joe, el nuevo inmortal Tuah (que bien podría tener su spin-off con esa librería de secretos) y el agente Copley terminan secuestrados, mientras Andy y Quynh deben unir fuerzas para rescatarlos.
Booker: la redención tiene un precio
Uno de los momentos más intensos y emotivos de la película llega con Booker (Matthias Schoenaerts), quien había sido exiliado por traición. Esta vez decide enmendar sus errores a lo grande: sacrifica su propia inmortalidad para devolvérsela a Andy. Luego, se lanza a una batalla que no puede ganar… y muere como un héroe.
Su final es tan trágico como poético. Booker quería morir desde hace mucho, atormentado por la culpa y el recuerdo de su hijo. Y lo logra, pero salvando a los únicos que alguna vez lo consideraron familia.
¿Habrá una tercera parte?
Todo parece indicar que sí. La Vieja Guardia 2 termina con un cliffhanger más grande que el ego de un villano de Bond. Andy y Quynh están del mismo lado (por ahora), listas para enfrentar a Discord una vez más y rescatar al resto del equipo antes de que sus poderes caigan en las manos equivocadas.
Netflix aún no ha confirmado una tercera película, pero sería una locura no continuar con esta saga. El terreno ya está sembrado: un grupo dividido, poderes únicos en juego, traiciones pasadas, redenciones futuras… y una villana que todavía no ha dicho su última palabra.
Lo último que puedo decir es que La Vieja Guardia 2 sube la apuesta con acción, traiciones, nuevas reglas del juego inmortal y un elenco que brilla. Nos deja con más preguntas que respuestas, pero también con la certeza de que la guerra no ha terminado. Andy volvió a ser inmortal, Quynh no es del todo malvada, y Nile es la pieza clave de un rompecabezas mucho más grande de lo que imaginamos.
¿Lo mejor? Si llega La Vieja Guardia 3, el enfrentamiento final promete ser legendario. ¿Y tú qué opinas? ¿Team Andy, Team Quynh o Team “dennos ya la tercera parte”?