La entrega de los Oscar será muy distinta a las que tenemos en la memoria. Este año parecerá que los Academia apuesta por la seguridad, será una entrega con rueditas de entrenamiento, por así decirlo.
Seguro recuerdas La Cachetada (Will Smith, Chris Rock, etc.) y sus largas secuelas, aún muy presentes en la mente de los organizadores de los premios Oscar. Tanto así que incluso se han visto en la necesidad de crear un escuadrón de profesionales dedicado a neutralizar cualquier inconveniente que suceda en la entrega de premios más famosa de todas.
Entrega de Premios Oscar, esperando lo mejor, preparados para lo peor
“Tenemos todo un equipo de crisis, algo que nunca antes habíamos tenido, y muchos planes en marcha”, dijo el director ejecutivo de la Academia, Bill Kramer, a la revista Time. “Hemos ejecutado muchos escenarios. Por lo tanto, esperamos estar preparados para cualquier cosa que no podamos anticipar en este momento”.
Kramer señaló a Time que de todas las cosas para las que han tratado de preparar al equipo de crisis de los premios Oscar, una cachetada a la mitad del escenario jamás hubiera figurado en las primeras 20 situaciones. Seguro Kramer no está familiarizado con la Ley de Murphy: “todo lo que puede salir mal, saldrá mal”.
El equipo de crisis ha dejado algo verdaderamente claro: en toda la historia de los Oscar, nada ha causado mayor conmoción, indignación y burla que La Cachetada.
Aunque, nos viene a la mente una cuestión importante. ¿El equipo de crisis tendrá una lista de posibles situaciones o están entrenados para imaginarse sucesos bizarros? Esto debido a que, el hecho de que un nominado a Mejor Actor, ataque a un presentador por burlarse del problema de alopecia de su esposa, suena totalmente descabellado (sin ofender, Will Smith).
Otra cuestión importante es, ¿cómo se verá este equipo de crisis? ¿Tendrán uniforme? ¿Pueden usar fuerza letal? ¿Habrá carteles que digan “Por favor, no alimente a las celebridades”?
Con probablemente todo esto en mente, los organizadores están tratando que este año la entrega de premios más tediosa del mundo transcurra lo más segura posible. Tanto así que este año la conducción estará en las seguras manos de Jimmy Kimmel.
"Él es chistoso; es respetuoso; sus puntos de vista no son demasiado afilados”, dijo Bill Kramer a la revista Time. “Creo que la gente en la audiencia se siente muy segura y comprometida con su energía”.
Seguro recuerdas que fue precisamente Kimmel quien saltó, espontáneamente, al escenario para tratar de resolver el fiasco de La La Land-Moonlight de 2017. Más seguro que esto, imposible. Tendrías que poner una papa en el escenario y a Billy Crystal en voz en off para hacerlo más seguro que eso.
Lo que nos queda claro es que más que el músculo de la organización, el equipo de crisis es una declaración. No tenemos idea de cómo va a lucir, pero el mensaje es muy claro: nunca más.
“Gracias al año pasado, abrimos nuestras mentes a las muchas cosas que pueden suceder en los Oscar”, concluyó Kramer.
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