Después de una racha de blockbusters de acción donde todo parecía reciclado entre explosiones y superhéroes intercambiables, la saga John Wick llegó como una bala certera: silenciosa, letal y con estilo. Ahora, este universo se expande con Bailarina, el primer spin-off en solitario, protagonizado por Ana de Armas. Y sí, muchos fans tienen una pregunta en mente: ¿vale la pena quedarse hasta el final de los créditos?
¿De qué trata “Bailarina”?
La historia sigue a Eve, quien entrena bajo las tradiciones mortales de los Ruska Roma (sí, el mismo grupo que entrenó a John). Su objetivo es descubrir quién mató a su padre y por qué. Lo único que sabe es que tenía un tatuaje.
Mientras Eve comienza esta búsqueda, también nos lleva a escenarios del universo Wick que aún no conocíamos; es decir, más allá del Continental, más allá de Nueva York, incluso hasta los Alpes suizos.
Shay Hatten, guionista de la película, dic que Bailarina también ofrece pistas sobre el pasado de John Wick, aunque no será su historia directamente.
¿Hay pistas sobre el pasado de Wick?
Sí. ¿Hay giros, balas y puños que bailan al ritmo de una partitura letal? También. Pero Bailarina es, ante todo, una película con identidad propia.
Así que si pensabas quedarte para ver si había un guiño al Capítulo 5 o un nuevo hotel oculto en los Alpes suizos… puedes ir saliendo con tranquilidad. Bailarina no necesita un epílogo: te deja con la dosis exacta de adrenalina y elegancia que prometía.
La respuesta rápida: no, no hay escenas post-créditos
Y antes de que empiecen los lamentos, respiremos: esta decisión tiene lógica. Bailarina se sitúa entre John Wick: Capítulo 3 – Parabellum y Capítulo 4, así que añadir un teaser al final podría enredar aún más una línea temporal ya bastante compleja. Además, esta es la historia de Eve Macarro —una bailarina convertida en asesina en busca de venganza— y no un mero trampolín para la próxima entrega.
La cinta, dirigida con la misma precisión coreográfica que hizo famoso al universo Wick, le da a Ana de Armas su merecido lugar en el centro del escenario. La acompañan nombres potentes como Norman Reedus, Gabriel Byrne, Sharon Duncan-Brewster y una cuota latina con Catalina Sandino Moreno y David Castañeda. Pero el golpe emocional lo dan los regresos de Keanu Reeves, Ian McShane, Anjelica Huston y, especialmente, la última aparición en pantalla de Lance Reddick como Charon.