Cómo halagar a una mujer (y no morir en el intento)

Cómo halagar a una mujer (y no morir en el intento)

Te decimos las frases correctas para cada situación.

Porque siempre te has preguntado qué decir en una primera cita, aquí te damos las frases más recurrentes y útiles para hacer que la velada acabe tal como deseas. Y recuerda, no olvides medir tus palabras. Apunta...

Suena muy básico, pero es cierto: a las mujeres les encanta escuchar que un color les queda increíble . Intenta decir: “Ese color se te ve súper bien”.

Nunca remarques mucho un piropo, pues suena falso. Intenta decir: “Me encanta tu pelo. ¿A qué hora es la cena?”

Cuando quieras hacer un comentario favorable sobre alguna parte de su cuerpo, evita sonar morboso. Intenta decir: “Tu cuerpo se ve muy bien con lo que traes puesto”.

Ante la dudad de un halago cuando la veas entrar a la habitación, lo simple es lo mejor. Intenta decir: “Guau”.

(Conoce su psicología y conquístala en la primera cita)

Puedes decir que su pelo se ve mejor, pero no al grado que implique que antes no te gustaba. Intenta decir: “Me gusta cómo traes el pelo”.

Y recuerda la diferencia: tu sobrina se ve linda y adorable . Tu esposa se ve hermosa, impresionante, guapísima o despampanante . Intenta decir: “Te ves (cualquiera de los adjetivos antes dichos)”.

Nada es tan sincero como la cara que pones al ver a la mujer que te gusta. Puede ser eso o una grosería bien usada. Intenta decir: “¡Carajo! Me gustas mucho”.

Crédito de foto: Paramount Pictures

Te interesará
Este ejercicio de cinco minutos no es magia, pero sí es una forma accesible, práctica y poderosa de recuperar tus noches.
El destino insignia de República Dominicana redefine el all-inclusive para esos viajeros que buscan experiencias más allá del descanso.
Hotel Sevilla invita a los viajeros curiosos a desconectarse del ruido y reconectarse con el lugar, la materia y el tiempo.
Si esto te resulta familiar, es probable que lo que estás buscando en el otro no sea amor, sino alivio.
En el destino de montaña más aclamado de Canadá, ubicado en la Columbia Británica, los derroches son cosa de todos los días.
En Bolivia no hacen falta milagros para montar dinosaurios ni caminar sobre mares de nubes. En manos de Hidalgo Tours, una visita al salar más grande del mundo es suficiente.