Pedro Pascal y la portada que nos robó Marvel: así fue la vez que Reed Richards apareció en Esquire

¿Nos sentimos ofendidos? Para nada. ¿Halagados? Un poco. ¿Sorprendidos? Sí. Completamente.

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Hay días tranquilos en la redacción. Días de café, correos, y alguna que otra frustración con las agendas imposibles de las celebridades. Y luego están los otros días. Los días que nos dejan con la mandíbula en el suelo, el café en la camisa y el ego profesional hecho trizas por una revelación inesperada. Este fue uno de esos días.

Imaginen esto: entras a Instagram como cualquier hijo de vecino. Te topas con el perfil oficial de Los 4 Fantásticos —la súper producción de Marvel Studios que promete reinventarlo todo— y ahí está. Una portada gloriosa de Esquire. Nuestra portada. Pero hay un pequeño detalle: no la hicimos nosotros.

Sí, han leído bien.

En ella, Pedro Pascal —nuestro eterno favorito desde The Last of Us, Narcos, The Mandalorian, y ahora, flamante Reed Richards— aparece enfundado en su papel de genio elástico y elegante, convertido en la encarnación misma del estilo masculino. Y no en cualquier medio, no. En Esquire. Como portada. Sin que nadie aquí hubiera hecho una sola llamada. Un solo disparo de cámara. Una sola frase en Word.

Marvel, con la astucia de quien sabe mover todas las piezas del tablero de la cultura pop, decidió convertir a los Fantastic Four en íconos mediáticos dentro del universo narrativo de su nueva película. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que con una campaña que los coloca en las portadas de los medios más influyentes del planeta? El New Yorker, Rolling Stone, y por supuesto, Esquire. Porque si el mundo los venera, el mundo también los viste.

Y así, sin previo aviso ni hoja de ruta, apareció nuestro Reed Richards (Pedro Pascal, por si hace falta recordarlo), posando con una expresión enigmática, fondo de fórmulas matemáticas (que todavía nadie ha logrado descifrar del todo) y toda la actitud de quien puede salvar al mundo entre una copa de whisky y un artículo sobre relojes suizos. ¿Nos sentimos ofendidos? Para nada. ¿Halagados? Un poco. ¿Sorprendidos? Sí. Completamente.

A ver, que nadie se confunda. Pedro Pascal ya ha sido portada de diversas ediciones hermanas de Esquire alrededor del mundo. Y estoy seguro de que volverá a aparecer en otra, tarde o temprano, porque si hay alguien que encarna el estilo, la inteligencia emocional y el humor sutil que define a esta generación de hombres modernos, es él. Pero conseguir una portada con Pedro Pascal hoy en día es como cazar un unicornio.

Por eso, ver que Marvel nos ahorró todo ese camino con una imagen ficticia que, honestamente, podría colarse sin problema en cualquier tienda de revistas, nos hace pensar varias cosas:

  1. Que alguien en ese universo paralelo de 1950 donde ocurre la película trabaja igual de duro que nosotros.
  2. Que Pedro Pascal nació para ser portada de Esquire, en este universo y en cualquier otro.
  3. Que queremos saber ya qué carajos significan esas fórmulas detrás suyo.

¿Y ahora qué sigue?

¿Una portada real con Pedro Pascal en su versión Reed Richards? ¿Una colaboración entre Esquire y Marvel? ¿Un cameo de nuestra revista en una escena post-créditos? Nosotros no pedimos mucho... con que Pedro nos regale diez minutos, un café y una cita digna de abrir la edición impresa (o digital), nos damos por satisfechos.

Mientras tanto, disfrutamos la magia. Si hay algo que sabe hacer Marvel, además de universos compartidos, es recordarnos que el estilo también puede ser superpoder. En esta línea de tiempo —aunque sea por accidente— Esquire sigue siendo el traje perfecto para un héroe moderno.

PD: En cuanto descifremos esa pizarra, se los contamos. Prometido.

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