Con motivo del 30 aniversario de Chopard Manufacture, la casa suiza presenta el L.U.C Grand Strike, una pieza que redefine lo que entendemos por alta relojería sonora. Un reloj que no solo marca el tiempo, sino que también lo interpreta.
El sonido de la eternidad
Chopard lleva décadas cultivando su experiencia en relojes con sonería, pero esta nueva creación es la cima de esa búsqueda. El L.U.C Grand Strike reúne las complicaciones más nobles del mundo acústico: gran sonería, pequeña sonería y repetición de minutos. Su secreto, sin embargo, está en sus timbres de cristal de zafiro monobloque, una construcción patentada que permite transmitir el sonido con claridad y potencia sin precedentes.
El resultado es una melodía afinada en Do sostenido – Fa natural que cristaliza lo que la marca denomina The Sound of Eternity: un eco puro, limpio y prácticamente inalterable con el paso del tiempo.
Una obra maestra de 686 componentes
Detrás de este reloj hay más de 11 000 horas de desarrollo, 686 componentes, 10 patentes y el compromiso absoluto de Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de Chopard. Su complejidad es tal, que el Grand Strike se posiciona como el reloj de sonería más completo de la alta relojería contemporánea, avalado por dos certificaciones pocas veces reunidas en una misma pieza: Punzón de Ginebra y COSC.
El calibre L.U.C 08.03-L, visible gracias a la arquitectura sin esfera, es un espectáculo en sí mismo. A las 6 en punto, un tourbillon de 60 segundos recuerda que la precisión no es negociable.
Belleza visible, tradición invisible
A pesar de su complejidad mecánica, el L.U.C Grand Strike mantiene proporciones elegantes: 43 mm de diámetro y 14,08 mm de grosor, alojado en oro blanco ético de 18 quilates. Las platinas y puentes en plata alemana, los martillos pulidos y los acabados hechos a mano revelan una estética pensada para conocedores.
El diseño abierto permite contemplar la danza mecánica de los martillos, levas y engranajes; cada golpe es una coreografía de precisión que ocurre en apenas 0,03 segundos.
Fuerza, nobleza y carácter
Para garantizar su resistencia, el reloj fue sometido a más de 62 400 activaciones aceleradas en laboratorio, simulando cinco años de uso. Y mientras la gran sonería puede sonar durante 12 horas continuas con el barrilete dedicado, la reserva de marcha de 70 horas para las funciones de tiempo mantiene al Grand Strike dentro de los estándares modernos.
Un lujo que conecta tradición y vanguardia
El L.U.C Grand Strike es más que un homenaje a la historia de Chopard: es una declaración de principios. Una fusión precisa entre ciencia, música y mecánica que solo unos pocos podrán llevar en la muñeca.
En un mundo saturado de pantallas y notificaciones, escuchar el tiempo con esta pureza es un recordatorio de que el verdadero lujo está en la experiencia. Y ninguna experiencia se compara con la de un reloj que convierte cada hora en una pieza musical irrepetible.