Desde que el Speedmaster de Omega acompañó a los astronautas de la NASA en sus misiones lunares, el reloj ha sido sinónimo de aventura, precisión y leyenda. En 2013, la firma suiza reinterpretó ese espíritu con el Dark Side of the Moon, una pieza íntegramente fabricada en cerámica negra que rendía tributo al lado más enigmático del cosmos.
Hoy, más de una década después, Omega eleva el mito a nuevas alturas con una colección renovada encabezada por un modelo que ya despierta pasiones entre los coleccionistas: el Speedmaster Dark Side of the Moon “Dark Vader”.
El regreso del lado oscuro
El apodo “Dark Vader” no es casualidad. En la década de 1970, los aficionados ya habían bautizado así a un antiguo Seamaster de caja negra por su semejanza con el casco del icónico villano de Star Wars. Ahora, ese espíritu reaparece en un reloj que combina el legado espacial del Speedmaster con una estética agresiva y contemporánea.
La caja de cerámica negra pulida y cepillada de 44,25 mm, el perfil de 13 mm y las asas cortas logran un equilibrio sorprendente entre poder y elegancia. Pero lo que realmente distingue al “Dark Vader” es su aguja de segundos roja, un guiño visual que evoca un sable láser en movimiento: el detalle que convierte al reloj en una pieza con alma propia.
Mecánica de precisión: el calibre 9908
En el interior del “Dark Vader” late el calibre manual Omega 9908, un movimiento Co-Axial Master Chronometer certificado por METAS, diseñado para resistir campos magnéticos extremos, variaciones térmicas y pruebas de precisión posicional.
El movimiento, visible a través del fondo de zafiro, está recubierto en negro, creando un efecto visual hipnótico. Al prescindir del rotor automático, la pieza logra un perfil más delgado y una experiencia más pura para quienes disfrutan dar cuerda a mano a un reloj de alta relojería.
Estética sigilosa y carácter técnico
La esfera escalonada de acabado arenado y los dos subdiales transmiten una sensación de ingeniería de precisión. Todo está pensado para equilibrar la sobriedad con la potencia visual: el negro absoluto domina, interrumpido solo por la singular aguja roja que recuerda que incluso en la oscuridad hay destellos de energía.
El resultado es un reloj de presencia imponente, capaz de atraer miradas sin necesidad de excesos. Su estética combina el espíritu de los cronógrafos de astronauta con el refinamiento contemporáneo que distingue a Omega en el siglo XXI.
Una constelación de sombras
El “Dark Vader” no llega solo. Lo acompañan tres ediciones complementarias que conforman una galaxia propia:
Classic Dark Side, con calibre automático 9900 y esfera escalonada.
Black/Black, un homenaje al negro absoluto, también con el 9900 y reserva de marcha de 60 horas.
Grey Side of the Moon, elaborado en cerámica blanca tratada con plasma e impulsado por el calibre 3869, con grabados láser que evocan el polvo lunar.
Todas las versiones están certificadas como Master Chronometer, garantizando el más alto estándar de rendimiento y precisión de la marca.
Un nuevo capítulo en la leyenda lunar
Con el lanzamiento del “Dark Vader”, Omega marca el fin de una etapa: todos los modelos anteriores de la serie Dark Side of the Moon —excepto el Apollo 8— serán retirados. La firma abre así un nuevo capítulo en la historia más oscura y fascinante del Speedmaster, un reloj que continúa mirando al espacio sin dejar de brillar en la Tierra.
“El relato del Speedmaster no tiene competencia”, declaró Raynald Aeschlimann, CEO de Omega. Y el Dark Vader lo confirma: una pieza que fusiona herencia, diseño y poder, concebida para quienes entienden que el tiempo, como el universo, también tiene su lado oscuro.