El amor puede doler, pero en Together: Juntos hasta la muerte, duele de verdad. Esta ópera prima del director Michael Shanks llega como un inesperado misil emocional y físico que sacudió al Festival de Sundance, conquistó un 100% en Rotten Tomatoes y promete convertirse en la película de terror más hablada del año. Protagonizada por la pareja de la vida real Dave Franco y Alison Brie, esta cinta no se anda con rodeos: mezcla comedia romántica incómoda, drama de pareja y horror corporal en una licuadora que estalla en la pantalla.
Su estreno en salas mexicanas está programado para el 30 de julio, y con una premisa tan perturbadora como emocionalmente identificable —¿qué pasa cuando una relación se ha convertido en una trampa física y psicológica?— Together nos arrastra, entre risas y gritos, a un descenso grotesco al corazón podrido del amor mal entendido.
Del “para siempre” al “para nunca salir”
Millie y Tim llevan diez años de matrimonio y están atrapados en ese cómodo pero venenoso punto de la relación donde todo parece estar bien... hasta que algo empieza a supurar. Ella es ambiciosa y ha mudado su vida (y la de Tim) a los suburbios por su carrera. Él, músico frustrado, empieza a sentir que su existencia se desintegra en silencio. ¿La solución? Un paseo por el bosque que termina con ambos atrapados en una cueva y, después, en una situación de horror físico literalmente pegajosa.
No es una metáfora: el título Together se convierte en una realidad insoportable. La película comienza a mostrar cómo sus cuerpos se atraen, se funden, se deforman... hasta el punto de la abyección. Y ahí es donde Michael Shanks da su golpe maestro: convierte una metáfora sobre la codependencia en un espectáculo de body horror grotesco y magnético.
Un amor tan tóxico que se vuelve viscoso
Con claras influencias de Brian Yuzna y un aire lovecraftiano en su segunda mitad, la película convierte la intimidad en pesadilla. Hay una escena temprana en la que Tim descubre un rey rata —un racimo de cuerpos entrelazados por la cola— dentro de una lámpara. Nada sutil, pero sí poderosamente simbólico. Shanks quiere que veas lo que pasa cuando te niegas a soltar a alguien incluso cuando sabes que deberías.
El horror se desarrolla sin piedad. A través de efectos prácticos y situaciones físicas extremadamente exigentes para sus protagonistas, Together encuentra su corazón oscuro en el humor negro y en el trabajo comprometido de Brie y Franco. Su química real le da una veracidad devastadora a la ficción: cuando gritan, pelean, se aman y se retuercen, uno casi quiere mirar hacia otro lado... pero no puede.
Lo lógico y lo sensato como primeras víctimas.
Aunque Together coquetea con lo sobrenatural, no se adentra demasiado en esa mitología. El guion se apoya en la idea de lo inexplicable para no perder el enfoque: aquí lo importante no es qué los atrapa, sino por qué siguen ahí. Shanks mantiene la narrativa al galope, permitiendo que los sustos y la comedia se turnen sin respiro. Eso sí, quien busque una explicación lógica o una construcción de mundo al estilo Ari Aster o Alex Garland, podría quedar con ganas de más.
La resolución puede parecer absurda, incluso demasiado disparatada para el tono que la película ha cultivado hasta ese momento. Pero en el fondo, esa exageración encaja perfectamente con el mensaje: cuando una relación ha llegado al punto de la deformidad emocional, lo lógico y lo sensato son las primeras víctimas.
Comedia negra, romance roto y vísceras emocionales
Together es un viaje atípico, incómodo y perversamente divertido hacia lo más turbio del amor moderno. Su tono desquiciado y su voluntad de incomodar pueden no ser del gusto de todos, pero hay que reconocerle su audacia y su capacidad para generar reacciones. Es una comedia romántica disfrazada de pesadilla corporal, o quizá una pesadilla disfrazada de comedia romántica. En cualquier caso, es inolvidable.
Y ese es, tal vez, el mayor mérito de la película: obligarte a mirar de frente algo que muchas veces preferimos ignorar. Porque a veces, el verdadero horror no es lo que se esconde en las sombras... sino quien duerme a tu lado.