Desde el año de 1755 Vacheron Constantin inició su camino en busca de la excelencia relojera. La creación más reciente de la maison es una pieza única y excepcional configurada por casi 700 componentes cuando del Calibre 2757 S se trata. Les Cabinotiers Temporis Duo Grand Complication Openface fusiona la excelencia mecánica con la tradición de Vacheron Constantin por las complicaciones relojeras.
En el nuevo reloj conviven distintas complicaciones relojeras: repetición de minutos, cronógrafo ratrapante y un regulador de tourbillon. A través de la esfera de zafiro abierta se puede apreciar la complejidad y belleza del movimiento impulsado por el calibre 2757 S desarrollado por la maison.
Todos los componentes del calibre tienen acabados hechos a mano, una cualidad altamente visible gracias a la esfera de zafiro abierta. La caja de esta pieza está hecha de oro rosa y su diámetro es de 45 milímetros.
Son exactamente 696 componentes los que configuran el Calibre 2757 S del nuevo Les Cabinotiers Temporis Duo Grand Complication Openface. Los relojeros de Vacheron Constantin crearon un movimiento sumamente fino y sutil de apenas 10,4 mm de alto y 33,3 mm de diámetro con la finalidad de mantener la filosofía de elegancia que ha distinguido a la maison desde que comenzó su historia.
El cronógrafo se manipula con un botón que se ubica a las dos horas y un pulsador que se encuentra a las cuatro horas. El pulsador detiene el segundero en un tiempo intermedio al tiempo que la primera aguja sigue su paso, cuando se presiona de nueva cuenta, la aguja ratrapante alcanza de forma instantánea a la primera aguja en la marcha hacia atrás.
Christian Selmoni, director de estilo y legado cultural de Vacheron Constantin, al preguntarle acerca de la combinación de funciones que conjuga este reloj, lo tiene muy claro, “esta combinación es poco frecuente en relojes de pulsera, principalmente por razones de volumen y precisión.
Se trata de un desafío no solo para el grosor del movimiento, sino también para la resonancia de los gongs, ya que cuanto más «abarrotada» esté la caja de componentes, más puede poner en peligro la calidad del sonido. A esta dificultad se le añade el espacio necesario para el tourbillon.
Por lo tanto, es fácil entender por qué esta combinación de complicaciones se adapta mucho mejor a los volúmenes disponibles en los relojes de bolsillo que en los relojes de pulsera. Esto es exactamente lo que Vacheron Constantin quería destacar con este reloj”.
Una pieza de belleza irrefutable con una trabajo técnico y preciso que pocas veces se ve materializado en un reloj de pulsera.