Decidiste que tienes un nuevo reto por cumplir y obviamente lo quieres lograr, y también puede haber algún mal hábito que quieras eliminar, para lograr ambos casos, 21 días son suficientes y ahora te explicamos por qué.
Nuestro comportamiento está regido por actitudes y decisiones tomadas con anterioridad por nosotros mismos, por eso actividades cotidianas como caminar, hablar, comer, reír, escribir, son parte de los hábitos que el cuerpo y la mente han aprendido como mecanismo de reacción automática, son cosas que ya pensaste y que el cuerpo se acostumbra a realizarlas de la misma forma, sin embargo no quiere decir que no se puedan cambiar, sólo hay que reprogramar.
Un mal hábito no se puede eliminar, se puede sustituir por un buen hábito, por ejemplo, si quieres dejar de comer comida chatarra, no piensas en que dejarás de hacerlo, sencillamente comienzas a pensar en que quieres snacks saludables; adquiriendo un buen hábito desechas el “malo”.
Por ello ahora sólo nos referiremos a nuevos hábitos, y sea cual sea, sólo tienes que realizarlo durante 21 días continuos en el mismo horario, eso le dará mayor formalidad al compromiso que estás haciendo contigo mismo.
No es un remedio mágico o charlatanería, los neurólogos encontraron que los pacientes que se sometían a este “experimento” modificaron sus patrones neuronales repitiendo el buen hábito que querían adquirir durante 21 días seguidos en el mismo horario.
En realidad suena muy lógico ¿no? Repites algo y te acostumbras a ello, donde reside el esfuerzo es en aguantar los 21 días de corrido. En este caso la determinación y voluntad de tu parte son los que cuentan mayormente, ya el tiempo hará lo suyo, haciendo que tu cuerpo y mente se acostumbren al nuevo reto, ya sea levantarte a hacer ejercicio por las mañanas, aprender a ser puntual, leer más, comer mejor, ser más tolerante o sencillamente caminar derecho, el grado de complejidad tú lo decides y tú lo resistes (es el plan).
En 21 días tu actividad neuronal se modificará creando nuevos patrones de conducta automática, como tu piloto automático en la dirección que tú marques, ¿sencillo no?.
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