Regalarle autos de juguete a un niño es mucho más que darle algo para que se entretenga. Piensa en las más grandes historias de ficción de todos los tiempos. ¿Cuántas de ellos no llevan un auto? Incluso Harry Potter, cuya trama escapa lo más posible la cotidianidad, tiene un «auto volador» bastante cool.
Un auto puede llevar la historia a donde tu hijo desee. Además, al estar atado a ciertas reglas físicas — las que la historia en turno decida no romper —sus héroes se verán obligados a reaccionar rápido, buscar caminos alternos o resolver problemas con su funcionamiento en el momento. ¿Ya lo recordaste? ¿Las emocionantes carreras y los heróicos rescates?
Beneficios para su cuerpo y su mente
Si se trata de infantes, con cerca de un año de edad, manipular autos de juguete los ayudará a mejorar su motricidad fina y coordinación ojo-mano. Al empujar, girar y mover los vehículos, fortalecen músculos y desarrollan destrezas esenciales para tareas cotidianas.
¡Los autos también pueden hacer más sociable a tu hijo! Son uno de esos juguetes con los que entre más tengas, mejor. Jugar con autos en compañía de otros niños lo enseñará a compartir, a turnarse y a trabajar juntos para lograr la misión.
Además, un auto de juguete es perfecto para comprender la física del nuevo mundo que exploran. A través del juego, los niños descubren la velocidad, la dirección, la gravedad… y que todo tiene una consecuencia. Y si hay rampas, ¡mucho mejor!
Un beneficio trascendente: pasión por la historia y el ingenio
Hace poco, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Giuseppe Redaelli, Presidente de la Comisión Internacional de Autos Históricos de la FIA en el ‘37 Gran Concurso Internacional de Elegancia’.
De forma muy amena, Giuseppe nos hizo notar la importancia de los autos históricos que nos rodeaban. De pronto, entendí la importancia de mantener vivo el legado de los autos en el consciente colectivo, especialmente en los más pequeños, que quizá no tengan el placer de verlos rodando por la calle…
“Nos apasionan los autos históricos. La pasión es un motor que nos hace querer ser visionarios. Mantener estos autos históricos en nuestras calles evita que se pierda la memoria de algo que, a finales del siglo XIX, cambió la humanidad para siempre: cambió nuestro estilo de vida, cambió el turismo… ¡lo cambió todo! Luego de cientos y cientos de años de movimiento humano y animal”
Con el avance de la tecnología, los autos se vuelven cada vez más como computadoras. A este paso, muy pocos niños sabrán cuánto ha avanzado la tecnología que nos lleva a todas partes; sin perspectiva del «de dónde viene», es imposible imaginar el «hasta dónde puede llegar».
El diseño automotriz es una de esas áreas de la ingeniería que se necesita una pasión enorme para realmente llegar a una innovación considerable. Y, como en muchos casos, determinación para lograrlo debe cultivarse con el tiempo. Quizá, la solución a nuestra dependencia a los combustibles fósiles inicia con un simple auto de juguete…