Las grandes ciudades canadienses son famosas por su oferta cultural, sus restaurantes con estrella Michelin y sus sociedades diversas. Subir la CN Tower, en Toronto, recorrer los túneles a prueba de invierno, en Montreal, y probar las delicias del mercado de Granville Island, en Vancouver, son planes tentadores para viajar al norte. Pero… ¿dónde queda la naturaleza de postal?
Son poquísimos los países que presumen tantos lagos, bosques y montañas como Canadá. Encima, relativamente accesibles y a la vez con poca gente. Cuando se trata de extensión costera, cobertura de bosque primario y desnivel de mareas, ningún país en el mundo puede competir con este. No es raro, naturalmente, que la cultura local apueste por disfrutar la naturaleza todo el año.
Si en lugar de millones de personas prefieres millones de estrellas, estos planes son para ti. Lo mismo va para quienes sueñan con ver auroras boreales o disfrutar de un jacuzzi custodiado por poco más que árboles. Con la combinación justa de comodidades y desconexión, estas cabañas en Ontario, Yukón y la Columbia Británica hacen justicia a la naturaleza canadiense.
Southern Lakes Resort: caprichos boreales en el Yukón
El Yukón es uno de los tres territorios canadienses ubicados en el norte del país. Vecina de Alaska, el océano Ártico y los Territorios del Noroeste, esta región es conocida como la última frontera de Canadá. Yukón es famoso por varios pueblos mineros que vivieron la bonanza de fiebre del oro, pero, sobre todo, es famoso por su naturaleza. Cuando el antojo incluye más glaciares y caribúes que manchas urbanas y gente, este lugar es el indicado.
Whitehorse, la capital del territorio, tiene apenas 30,000 habitantes. El lugar se presta para disfrutar la naturaleza, pero no muy lejos hay lugares todavía mejores. Uno de estos secretos, guardado entre lagos y coníferas, es Southern Lakes Resort. Ubicado aproximadamente 100 kilómetros al sur de Whitehorse, este complejo de cabañas ofrece restaurante para huéspedes, acceso a varios kilómetros de senderos y vistas dignas de documental.
Custodiado por picos nevados y bosques siempre verdes, Southern Lakes Resort descasa a orillas del lago Tagish. El destino es invitador todo el año, pero es particularmente atractivo cuando el lago se convierte en una pista de hielo y las noches largas se acostumbran a las auroras boreales. La temporada invernal se sirve también con recorridos guiados de motonieve y, con algo de suerte, el paso de algún caribú.
The Baltic Treehouse: refugio de diseño en los bosques de Ontario
En Toronto, el condado de Haliburton es conocido como lugar para escapadas de fin de semana. ¿La razón? Menos de tres horas al volante bastan para cambiar la jungla de concreto por un entorno natural que cobija cascadas, bosques mixtos y más de 600 lagos. Todo el año, incluido el invierno, este lugar es ideal para respirar aire puro y probar suerte para ver alces.
Cerca del parque provincial Algonquin, el más popular de Ontario, la localidad de Minden esconde una cabaña muy particular. Y lo de esconder no es un decir. Rodeada de bosque y al pie de un camino secundario, The Baltic es una gran alternativa para disfrutar de la naturaleza en privado. Todo, desde el check-in hasta el uso de la chimenea, está pensado en términos de funcionalidad autónoma.
Con partes iguales de encanto rústico, comodidades urbanas y diseño de revista, este proyecto combina lo mejor de una cabaña tradicional y una casa de árbol del futuro. Diseñada por Fort Tree House Co, la propiedad cuenta con cocina completa, regadera exterior y u jacuzzi en mitad del bosque que se calienta al calor de la leña. The Baltic funciona como opción tanto para explorar los parques de la región como para pasar unos días de relajación y silencio.
Echo Valley Ranch: relajación remota en la Columbia Británica
Tapizada de sierras, ríos, lagos y cascadas, la Columbia Británica es un paraíso para los amantes de la naturaleza. No hace falta alejarse demasiado de ciudades como Vancouver y Victoria para acceder a parques, reservas y paisajes memorables, pero hacerlo tiene sus ventajas. En la región Cariboo Chilcotin Coast, la menos visitada de la Columbia Británica, la provincia resguarda antiguos ranchos transformados en proyectos turísticos seductores.
Ubicado a cinco horas de Vancouver en coche, Echo Valley Ranch es uno de estos proyectos. Dotado de senderos, agua de manantial y cabañas tradicionales, este rancho ofrece desde recorridos guiados de bici de montaña y sesiones de yoga hasta clases de tiro con arco y pesca con mosca. A la lista se suman una caballeriza, un centro de spa y un restaurante que se abastece del huerto del propio rancho.
¿Ganas de estar a solas con la naturaleza? De eso también hay mucho. Echo Valley Ranch cuenta con senderos que se pueden recorrer sin necesidad de guías ni horarios específicos. La propiedad, en servicio de marzo a noviembre, es perfecta para cambiar coches por venados y semáforos por estrellas. La temporada de otoño, en la que suele haber menos gente, es buenísima para observar aves y caminar con el mejor clima.
Marck Guttman es fotógrafo, escritor y partidario del turismo sostenible y la conservación. Dirige el blog Don Viajes y ha publicado más de mil historias en medios como Esquire y National Geographic. Las montañas son su lugar feliz y el pan dulce su primer amor.