Hablar de Fercho Urquiza es hablar de motores encendidos, piezas rescatadas del olvido y una obsesión casi poética por los autos. Youtuber, restaurador de vehículos y piloto, Fer ha construido un imperio sobre ruedas, convirtiendo su pasión en un estilo de vida que lo ha llevado de los talleres al circuito, y de ahí a millones de pantallas.
En esta entrevista exclusiva con Esquire, nos abre el garage de sus recuerdos: desde su primer coche hasta su devoción por Porsche, pasando por una faceta poco conocida, pero igual de fascinante: su colección de autos a escala. Porque para Fer, el amor por los automóviles es algo más que un mero pasatiempo. Es su vida entera.
ESQ: Me gustaría comentarte que esta entrevista será todo un reto porque sé muy poco sobre autos. Así que platicar con un experto como tú será interesante.
FU: Luego salen preguntas más interesantes de la gente que no es tan experta, créeme.
ESQ: Mi acercamiento más estrecho con los carros tal vez fue en mi niñez cuando coleccionaba los famosos Hot Wheels, pero me gustaría que nos contaras cómo nació tu amor por los autos.
FU: Mi papá restaura coches, bueno, empezó con motos cuando tenía 17 o 18 años. Mi abuelo era ebanista, trabajaba madera. Entonces tanto mi papá, como sus hermanos, son mucho de meter las manos, de restaurar y ser muy artistas. Entonces mi papá, desde muy chavo, le apasionó todo el tema de los motores. En algún momento hizo un go-kart con motor de poradora y era medio inventor, medio Tony Stark.
A los 20 años ya empezaba a restaurar motos en el garage de la casa de mis abuelos. Y entonces compraba una moto y la restauraba y la vendía. Poco a poco fue haciéndose de más clientes de motos, de gente ahí de la colonia donde él vivía. Eventualmente cambia, me parece, dos motos que eran de él por un Mercedes Benz, y empieza a restaurar coches totalmente de hobby, self taught, nadie le enseñó. Después, en el taller de evanistería de mi abuelo le prestan una esquinita en donde él empezó a restaurar coches ya como un negocio.
Mi papá ahorita tiene 75 años, esto fue hace 55 años. Entonces desde que yo nací mi papá ya llevaba un buen rato metiéndole mano a coches y todo eso. En mi casa la realidad es que nunca fuimos de fútbol ni de deportes de pelota. O sea, sí lo llego a ver, pero en mi casa todo era bicis, motos, patines del diablo, go-karts, todo lo que tuviera ruedas, dirigíamos hasta el carrito de súper. El mejor juguete siempre fue un Hot Wheels, pistas, es lo que traía Santa Claus. Desde que yo era muy chiquito ya estaba en el taller metiendo mano y aprendiendo a usar herramientas.
ESQ: No hay duda de que estabas predestinado para las ruedas.
FU: Fíjate que esto es algo que la gente dice que lo heredas, pero la realidad es que a mi hermano, que creció en la misma casa, le encanta la música, le encanta el cine y le encantan otro tipo de cosas, y no le agarró tanto a ese rollo como yo. Entonces es algo que definitivamente creo yo que o traes o no traes.
ESQ: Me gustaría que nos platicaras acerca del Hot Wheels Legends Tour. ¿En qué consiste este evento y cómo vas a participar en él?
FU: Es una iniciativa en donde llevo siendo juez ya varios años junto a figuras de la talla de Juca y Franky Mostro, gente que sabe mucho de ese rollo. Es la gran oportunidad de cumplir el sueño de que tu coche se convierta en un Hot Wheels, que eso creo que es algo que soñamos todos los que modificamos y restauramos coches. Es decir, imagínate que existiera este coche tal como es en la vida real, pero en escala 1.64 con su blister, con su arte.
Obviamente hay etapas: tienes que ganar primero la final nacional de tu país y luego la final mundial. Ya tuvimos un ganador latinoamericano el año pasado, de Santiago de Chile, que se convertirá en un Hot Wheels. Este año voy a volver a ser juez y siempre tratamos de ser muy objetivos, y tratar de tomar en cuenta los tres criterios de evaluación que son autenticidad, creatividad y espíritu de garaje.
Autenticidad es qué tanto parece un Hot Wheels; creatividad es qué tan diferente es de otros coches, y finalmente el espíritu de garage es que se note que le metiste pasión, manos, tu tiempo y que no solamente son piezas compradas de un estante. Es un evento padrísimo que une mucho a los fans.
ESQ: ¿Eres coleccionista de algo relacionado a los autos, y si es así, qué es lo que más te gusta coleccionar?
FU: Soy coleccionista específicamente de autos escala 1.64, que son los Hot Wheels. Los colecciono desde que era niño. Tampoco te diría que soy el mayor coleccionista en México, para nada. Tengo amigos que tienen más de 5.000, 10.000 piezas, pero realmente yo compro los que me gustan.
ESQ: ¿Qué tienen los carros que enamoran al ser humano? ¿Por qué nos encanta la velocidad, la estética, todo lo que hay dentro de un auto?
FU: El coche es libertad. Tener con qué moverte y poder ir a donde tú quieras en el momento que tú quieras, de la manera que tú quieras, escuchando la música que tú quieras, creo que eso es sinónimo de libertad. Sobre todo tu primer auto es algo muy especial porque te permite acceder a todo un mundo nuevo de decisiones. Los que somos traumados de los coches, creo que apreciamos que no sea solamente un medio de transporte. Obviamente un coche tiene que ser funcional, pero cuando tienes un deportivo con dos asientos en vez de cuatro, cuando ves cómo se maneja, o es que es muy ligero o tiene mucha potencia o está muy bonito o es un coche que tiene un propósito más allá que ser medio de transporte, es cuando ya empieza a convertirse en arte. Cuando un objeto que nace de algo muy práctico se convierte en algo de pasión, creo que ahí es donde la gente le da cierto valor al esfuerzo que se hace para ir más allá de lo funcional.
ESQ: ¿Cuál fue tu primer carro?
FU: Mi papá siempre me dijo, ‘tú te vas a tener que comprar tu primer coche para lo que te alcance. Cuando lo compres, te voy a ayudar a arreglarlo, pero la compra del coche la tienes que hacer tú’. Tenía una lanita ahorrada y compré un Dodge Charger 1972. Le faltaba una defensa, el motor no servía. Lo compré como un proyecto de restauración y mi papá, que tenía taller, obviamente me ayudó. Fue un Frankenstein porque lo armamos con las piezas que sobraban del taller.
Fue un proyecto muy padre porque fue mi primera restauración. Me ayudaron mucho, por supuesto. Ese coche lo vendí en 2007 y lo recuperé 13 años después en Mérida.
ESQ: Cuéntanos esa historia…
Ya empezaba a hacer contenido y subí una historia sobre mi primer coche. Alguien me escribió diciendo que ese coche estaba en Mérida. Pedí que me mandaran fotos de los interiores, pues a ese coche le había pasado la palanca de la columna de dirección al piso, entre otras cosas. Me di cuenta de que definitivamente era el mío. Agarré un avión a Mérida y lo compré. Actualmente lo estamos restaurando otra vez.
ESQ: Te has especializado en la marca Porsche. ¿Cómo te hiciste un experto de una marca tan emblemática?
FU: Siendo amante de los autos, me toca probar todas las marcas y tengo coches de varias marcas. Cada una tiene algo especial, pero Porsche es mi marca favorita y lo he dicho abiertamente. Tengo uno de Carrera Panamericana, tengo el GT3 RS y tengo un 911 75 que fue con el que empezó mi canal de YouTube. Tengo el grandísimo honor de ser piloto oficial de Porsche en la Carrera Panamericana. Soy piloto de mi marca favorita y afortunadamente hemos hecho varias campañas, tanto en Formula E como en el Día del Niño. Ha sido un honor para mí trabajar con mis marcas favoritas y sí, definitivamente Porsche es una marca muy especial para mí.
ESQ: ¿Qué carro de hace 30 años, o que ya se encuentra descontinuado, volverías a poner en circulación ya sea de forma permanente o temporal?
FU: Desafortunadamente, por las leyes que cada vez son más estrictas, traer un coche de hace unos años no es viable. Una vez que descontinúan un coche, ya no lo pueden volver a traer igual. Pero si pudiera regresar un coche por nostalgia, creo que sería el Vocho, creo que es el coche más icónico para México. O a lo mejor el Land Rover Defender, que se hizo hasta 2011, me parece, y luego pasó a ser el Defender Moderno. Pero el Defender Clásico o el Vocho son diseños atemporales que se mantuvieron iguales durante décadas, son icónicos, y si la normativa lo permitiera, creo que sería fenomenal volverlos a tener.
ESQ: ¿Por qué crees que el Vocho tiene ese estatus de culto? ¿Por qué es un carro que despierta tanta pasión?
FU: Es un coche que se diseña a principios de los años 40 y se sigue produciendo hasta 2004. Hablamos de uno de los coches más longevos de la historia. Un Vocho de los años 50 a un Vocho 2004 se parecen muchísimo, cambian los aros y algunos detalles, pero son parecidos. El Vocho es el que origina el nombre de la marca Volkswagen, Volks en alemán es pueblo, Wagen es auto, entonces era el auto del pueblo. Era un auto muy económico, enfriado por aire, las refacciones las podías conseguir casi en la farmacia. Era un coche muy económico, muy aguantador, y creo que esa es parte de su carácter, que habían tantos que en su momento no era raro. Hoy en día, un Vocho ya es clásico. Verlo rodando en la calle ya no es tan común. Eran los coches de batalla y muy económicos. Eso lograba que hubieran muchas variantes. Creo que eso es lo que lo hace tan especial, que fuera tan accesible y que tiene una forma muy bonita y atemporal.
ESQ: ¿Quedan algunos en México?
FU: Siguen habiendo como taxis en Taxco. ¿Por qué? Cuando llueve, los coches de tracción delantera patinan en las subidas empedradas. Como estos autos tienen el motor atrás y tienen peso en el eje trasero, no patinan. Por eso sirven de taxi en Taxco. Es algo muy pintoresco y muy típico de México.
ESQ: ¿Qué carro crees que es una joya oculta en el mundo de la modificación de autos?
FU: Creo que si te vas a algo muy accesible, el Ford Ka podría ser una muy buena base para un proyecto. Tiene una forma muy curiosa que lo puede hacer ver como un coche de rally. Los Tsurus tienen un auge en el tuning, específicamente el GTR 2000 creo que es una joya: es un coche de dos litros que tenía muy buena potencia, dos puertas que parece prácticamente como un antecesor o un contemporáneo de un Nissan GTR. Juca tiene o hizo uno de drift impresionante; creo que Franky Moster también tiene un GTR 2000.
ESQ: ¿Hay algún coche que todavía no conozcas y que sueñes con verlo o manejarlo?
FU: Un McLaren F1. Nunca he visto uno en persona.
ESQ: De los carros que hemos visto en cine y que no existen, ¿cuál es tu favorito?
FU: Todos los Batimóviles de la historia, pero en especial, el del universo de Nolan. Como está basado teóricamente en un coche militar, me llamó mucho la atención el concepto de un Batimóvil realista. Ese sería mi favorito, no necesariamente por la forma sino por la funcionalidad teórica que tenía.
ESQ: ¿Concibes tu vida sin la presencia de los autos?
FU: No. Creo que si me obligaran a nunca ver un coche en mi vida pasaría inmediatamente ese amor por las motos, y si no es eso, por los aviones. A los que nos gustan los coches apreciamos la ingeniería. Si analizas un coche es un conjunto de subsistemas: el sistema de freno tiene que funcionar, pero el de motor también, y todos funcionando en conjunto te hacen sentir que es una sola máquina, o muchas máquinas funcionando en conjunto. Por eso creo que a los que nos gustan los coches también nos gustan las motos y los aviones y los relojes mecánicos. Todo lo que conlleve estos engranes y estos sistemas de precisión que al funcionar en conjunto dan un resultado.
ESQ: Un último mensaje para los lectores de Esquire…
FU: Encuentra esos momentos para perseguir tus pasiones. A lo mejor no te vas a poder dedicar a ser Batman, pero a lo mejor puedes coleccionarlo a escala. Tal vez te encanta cocinar y eres contador, pero los domingos haces la mejor hamburguesa del mundo. No te pudiste dedicar a ser pintor por ser abogado, pero los fines de semana te echas tu chelita mientras pintas. Es decir, dense momentos para perseguir sus pasiones, que son lo que te alimenta. Nunca la olviden, aunque sea como hobby.
Fotos: Cortesía de Fercho Urquiza