Hay películas que se sienten como un golpe directo al pecho. Harta, el nuevo drama de Tyler Perry que arrasa en Netflix, es una de ellas. En apenas unos días, esta cinta se ha colado entre lo más visto de la plataforma, y no es difícil entender por qué. Con una historia tan cruda como reconocible, Harta se mueve en el filo entre la realidad social y la ficción cinematográfica, planteando una pregunta inevitable: ¿esto pasó de verdad?
La historia detrás del colapso
Protagonizada por la poderosa Taraji P. Henson (Hidden Figures, Empire, Abbott Elementary), Harta nos sumerge en el infierno personal de Janiyah, una madre soltera que ve cómo su mundo se desmorona, pieza por pieza. La trama arranca con una situación límite: su hija, una niña con necesidades médicas especiales, es retirada de su custodia por la agencia de protección infantil. ¿La razón? Unos moretones malinterpretados y el estigma de la pobreza. Desde ahí, todo va cuesta abajo.
A lo largo de la película, Janiyah enfrenta un sistema que parece diseñado para aplastarla: deudas, discriminación racial, una burocracia indiferente, y un entorno que no perdona errores. Cuando la supervivencia se convierte en una lucha diaria y el amor por su hija es lo único que la mantiene en pie, Janiyah cruza una línea peligrosa. Y lo hace con una violencia que no nace del odio, sino de la desesperación más humana.
Inspiración: entre la música, la vida y el activismo
Aunque no está basada en hechos reales, Harta tiene raíces profundas en la experiencia vivida. Perry, quien ha construido una carrera contando historias que rara vez llegan al centro de Hollywood, escribió el guion después de escuchar “20 Dollars”, una canción de la cantante de soul Angie Stone. El tema relata el drama de una madre que no tiene cómo alimentar a su hijo. Para Perry, esa historia no era una excepción, sino un reflejo de lo que millones de mujeres enfrentan cada día.
En entrevistas, el director ha sido claro: Harta es un homenaje a las mujeres negras, especialmente a las madres solteras, que cargan con el peso del mundo sin red de protección. Perry se inspiró también en su propia infancia marcada por la adversidad, lo que añade una capa personal a una historia ya de por sí emocionalmente intensa.
“La película representa tres tipos diferentes de mujeres negras, que son todas la misma mujer negra, que tienen diferentes trayectorias sociales y diferentes etapas de éxito, pero que pueden empatizar entre sí”, dijo Perry a Netflix.
Este thriller tiene un propósito
Harta es un thriller que sabe jugar con la tensión emocional. La película no ofrece escapismo, sino un espejo brutal. Cada giro, cada golpe que recibe Janiyah, está cuidadosamente calculado para recordarnos que la violencia no siempre viene del crimen, sino de un sistema que castiga la pobreza, la maternidad y la diferencia.
El final no es fácil. No pretende serlo. Pero deja una marca. Y eso es lo que ha enganchado al público: la autenticidad, la angustia que se cuela en cada escena, y el retrato de una mujer que solo quiere hacer lo correcto, en un mundo que no se lo permite.
¿Debes verla?
Definitivamente. Harta no es una película ligera ni complaciente, pero sí es una historia que merece ser contada y, sobre todo, vista. Tyler Perry entrega una obra incómoda y potente, con una protagonista que se mete debajo de la piel y se queda ahí. Si estás buscando una película que vaya más allá de la superficie, que combine tensión narrativa con crítica social real, esta es una apuesta segura.
En un catálogo saturado de thrillers prefabricados, Harta destaca no solo por lo que cuenta, sino por cómo lo cuenta. Y aunque no esté basada en una historia real, su verdad resuena más fuerte que muchas noticias del día.