En Bolivia no hacen falta milagros para montar dinosaurios ni caminar sobre mares de nubes. En manos de Hidalgo Tours, una visita al salar más grande del mundo es suficiente.
El ranking de este año no se limita a los clásicos. Incluye ciudades emergentes, reservas naturales recuperadas, costas vírgenes y destinos que apuestan por el turismo consciente.
Estas metrópolis no solo brillan por su economía o paisajes, sino porque han encontrado fórmulas para priorizar lo más valioso: la felicidad de sus habitantes.