¿Puede el sexo causar un infarto? Lo que debes saber al respecto

Analizamos los mitos y realidades sobre la posibilidad de sufrir un infarto mientras se practica sexo

Ill man holding his chest

¿Puede alguien morir de un infarto practicando sexo?

Getty Images

Para las personas que han sufrido problemas cardíacos, como infartos o insuficiencia cardíaca, el miedo a sufrir una recaída durante las relaciones sexuales puede ser abrumador. Es un temor comprensible: el esfuerzo físico que implica el sexo puede generar preocupación sobre la posibilidad de un ataque cardíaco. Sin embargo, ¿qué dice la ciencia al respecto? ¿Es realmente peligroso practicar sexo si se padece una enfermedad cardíaca o incluso para personas aparentemente sanas?

Uno de los mayores temores entre pacientes cardíacos es que el esfuerzo físico que implica el sexo pueda ser demasiado para su corazón. De hecho, según los expertos, más de la mitad de las personas con insuficiencia cardíaca reportan una disminución significativa en su actividad sexual debido a su condición. Sin embargo, no solo no debería prohibirse la actividad sexual en estos pacientes, sino que, bajo las condiciones adecuadas, se les debería recomendar como parte de su vida cotidiana.

Los expertos explican que una regla sencilla para determinar si alguien con problemas cardíacos puede retomar su vida sexual es que sea capaz de subir dos pisos de escaleras sin dificultad y que su condición clínica esté estable. Por supuesto, esto siempre debe ser determinado por el médico tratante, quien también podrá sugerir si es necesario utilizar algún tipo de medicación compatible con el tratamiento en curso.

¿Puede el sexo causar un infarto?

Una de las principales preguntas que surge es si el sexo puede provocar un infarto. Según la Asociación Americana del Corazón, las relaciones sexuales rara vez desencadenan ataques cardíacos. No obstante, se recomienda que las personas con enfermedades cardíacas graves, como la insuficiencia cardíaca de clase IV, eviten la actividad sexual hasta que su médico lo autorice.

Las pruebas de esfuerzo, utilizadas comúnmente en la evaluación de la salud cardíaca, son útiles para evaluar si una persona con problemas cardiovasculares está en condiciones de retomar su vida sexual sin riesgos. Estas pruebas pueden ofrecer información valiosa sobre la seguridad de la actividad sexual en pacientes con riesgo indeterminado.

hombres-sexo

La relación entre medicación y vida sexual

Otro aspecto clave que preocupa a los pacientes con enfermedades cardiovasculares es el impacto de la medicación en su vida sexual. Es común que las personas con estos padecimientos tomen medicamentos que podrían, en teoría, afectar su desempeño sexual. Sin embargo, según los expertos, los fármacos utilizados para tratar problemas cardíacos rara vez provocan disfunción eréctil. De hecho, los medicamentos que mejoran los síntomas cardíacos y aumentan la supervivencia no deben suspenderse por miedo a que puedan afectar negativamente la función sexual.

En cuanto a los inhibidores de la PDE5, más conocidos como Viagra y otros tratamientos para la disfunción eréctil, se ha demostrado que son seguros y efectivos en pacientes con enfermedades cardíacas estables. No obstante, Alonso Isa advierte que aquellos pacientes que usen nitratos, una medicación común para problemas cardíacos, deben evitar completamente los inhibidores de la PDE5 debido a posibles interacciones peligrosas.

El asesoramiento sexual: Una necesidad desatendida

A pesar de los avances médicos y los tratamientos disponibles, el asesoramiento sexual sigue siendo una asignatura pendiente para muchas personas con problemas cardíacos. Según el estudio Imjoven, realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en España, solo el 13% de las mujeres y el 17% de los hombres que han sufrido un infarto reciben orientación sobre su vida sexual de parte de sus médicos.

Esto es alarmante, dado que retomar una vida sexual satisfactoria es fundamental para la recuperación emocional y física tras un evento cardíaco. La falta de asesoramiento adecuado puede llevar a problemas como la insatisfacción sexual, la depresión e incluso la falta de adherencia a los tratamientos, lo cual empeora la condición del paciente.

Riesgo de muerte súbita durante el sexo: ¿Qué dice la ciencia?

Para personas sin antecedentes cardíacos, el temor de sufrir un infarto durante el sexo también puede surgir. Afortunadamente, los estudios indican que el riesgo de muerte súbita durante la actividad sexual es extremadamente bajo. Según un estudio internacional publicado en el Journal of Sexual Medicine, que analizó datos de más de 15,000 personas, la práctica regular de sexo está asociada con un menor riesgo de mortalidad, tanto por enfermedades cardiovasculares como por cáncer.

El estudio mostró que las personas que tenían relaciones sexuales al menos 52 veces al año tenían tasas de mortalidad significativamente más bajas en comparación con aquellas que lo hacían con menos frecuencia. Esto sugiere que el sexo, más que un riesgo, puede ser un protector natural para la salud.

Otro estudio realizado en Alemania sobre muertes súbitas mostró que solo el 0.6% de estas muertes se debieron a actividad sexual. Aunque el sexo puede desencadenar un infarto de miocardio en casos muy raros, el riesgo es extremadamente bajo, incluso en las dos horas posteriores a la actividad.

No solo es posible practicar sexo de manera segura después de un infarto, sino que hacerlo podría mejorar la calidad de vida y proteger la salud del corazón a largo plazo.

Editor Digital de Esquire México.
>> Te puede interesar
¿Quién dijo que perder peso era aburrido? Descubre cómo cada beso, caricia y orgasmo pueden ayudarte a quemar calorías y mejorar tu bienestar
Las erecciones nocturnas y matutinas son mucho más que un fenómeno común para los hombres; son un indicador clave de la salud vascular y del sistema de erección
El consumo excesivo de proteínas, tan común hoy en día entre quienes buscan aumentar su masa muscular, puede tener consecuencias graves para la salud
La vida sexual de las parejas casadas cambia a lo largo de los años, dependiendo de la edad y otras variables. Aquí analizamos con qué frecuencia hacen el amor las parejas casadas según su edad, y cómo la calidad y cantidad del sexo varían con el tiempo