Un abrazo a la hora de dormir tiene el potencial de mejorar la confianza en la pareja y de reducir el estrés.
De acuerdo con un estudio nuevo, las parejas que duermen en posiciones más íntimas, como aquellas que pasan la noche abrazadas, viven con menos estrés en su relación y aumentan la sensación de seguridad entre los miembros. El trabajo de investigación, que se centra en el contacto físico y el bienestar en las relaciones, fue publicado en la revista Journal of Social and Personal Relationships.
Los autores de este estudio recomiendan, después de ver los resultados de su trabajo, los abrazos en la cama, pues podrían ser una forma fácil de mejorar la salud mental y la calidad de la relación.
“Aunque los datos actuales son transversales y se necesitan más estudios, la proximidad física al inicio del sueño puede ser una vía prometedora y susceptible de mejorar el bienestar fisiológico y relacional», escriben los investigadores en el artículo publicado”.
¿Cómo lo descubrieron?
Los científicos recogieron información de 143 parejas heterosexuales que compartían la cama, con una media de edad de 43 años en el caso de los hombres y 40 en el de las mujeres. Igualmente, como promedio, las relaciones llevaban 13 años juntas.
Tras analizar los casos, los autores encontraron los patrones de seguridad y menos estrés en esas parejas que dormían abrazadas o con mucha mayor proximidad.
Eso sí, los investigadores reconocen que la asociación entre mimos y seguridad probablemente funciona en ambos sentidos, hasta cierto punto, es decir, tampoco es garantía. De hecho, queda el espacio para aquellos casos en los que una persona no responda positivamente al contacto físico prolongado.
A pesar de todo, los autores no dejan de hacer su recomendación de un breve abrazo al principio de la noche, por los beneficios ya descritos.