En el cine, las madres no solo preparan almuerzos y abrazan con ternura; algunas también cruzan dimensiones, enfrentan monstruos en silencio o se visten de amarillo para vengarse con una katana. De hecho, si algo nos ha enseñado Hollywood, es que la maternidad es un viaje tan complejo como fascinante, y cada mamá en pantalla tiene una historia que contar… o una cabeza que cortar, según el caso.
A lo largo de los años, estas figuras maternas han dejado una huella imborrable en la cultura pop. Algunas nos hicieron reír, otras nos rompieron el corazón y unas cuantas más nos dejaron con la mandíbula en el suelo. Hoy repasamos a cinco mamás que se robaron la pantalla y, de paso, nuestros corazones (y quizá unas cuantas vidas, si hablamos de Beverly Sutphin).
Beverly Sutphin en Serial Mom (1994): la mamá que mata por amor… o por mal gusto
Kathleen Turner nos regaló una interpretación tan hilarante como inquietante en Serial Mom, donde da vida a Beverly Sutphin, la típica ama de casa americana… que resulta ser una asesina serial con modales impecables. ¿Un vecino no recicla? Muere. ¿Alguien insulta a su hijo? Atropello al instante. Turner convierte a esta homicida suburbana en un ícono de la comedia negra, demostrándonos que hay cosas que una madre simplemente no tolera.
Evelyn Wang en Everything Everywhere All at Once (2022): una mamá multiversal
Si alguna vez pensaste que tu mamá tenía mil versiones de sí misma (la que cocina, la que te regaña, la que te consuela), Everything Everywhere All at Once lleva esa idea al extremo. Michelle Yeoh interpreta a Evelyn Wang, una madre agotada que descubre que puede saltar entre dimensiones. ¿El objetivo? Salvar al universo… y arreglar su relación con su hija. Porque claro, en medio del caos cósmico, lo más importante sigue siendo el amor maternal.
Kate McCallister en Home Alone (1990): la mamá que no se rinde
Catherine O’Hara nos regaló a una de las mamás más memorables del cine familiar: Kate McCallister. Sí, olvidó a su hijo en casa. Pero también atravesó medio mundo, enfrentó vuelos cancelados, intercambió joyas por pasajes y hasta hizo autoestop con una banda de polka para volver a él. Todo para demostrar que no importa cuán caótica sea la situación, una mamá siempre regresa.
Evelyn Abbott en A Quiet Place (2018): mamá en modo sigilo
En A Quiet Place, Emily Blunt interpreta a una madre que, literalmente, debe proteger a su familia sin emitir el más mínimo sonido. ¿La razón? Unos bichos terroríficos que cazan con el oído. ¿El reto? Parir en completo silencio (sí, leíste bien). Blunt ofrece una actuación poderosa que mezcla vulnerabilidad con determinación, recordándonos que el amor de una madre es tan fuerte como para enfrentar incluso el apocalipsis… en puntillas.
Beatrix Kiddo en Kill Bill (2003): la mamá con katana
Beatrix Kiddo, también conocida como Black Mamba, es la madre que nadie querría tener como enemiga. Interpretada por Uma Thurman, esta ex asesina despierta de un coma con una sola cosa en mente: venganza. Su motivación más profunda, sin embargo, es su hija. Tarantino nos da a una mamá feroz, imparable y emocionalmente compleja, que es tan buena con la espada como lo es con los sentimientos reprimidos.
Estas madres son prueba de que la maternidad en el cine es cualquier cosa menos aburrida. Ya sea que estén cruzando galaxias, esquivando asesinos o simplemente tratando de no gritar en un mundo lleno de monstruos, todas comparten algo en común: un amor incondicional que las impulsa a hacer lo imposible. ¿Con cuál te quedas tú?