En esta reciente entrevista con Esquire México, José María Yaspik no esquiva nada: habla con la misma intensidad con la que actúa. El actor mexicano, conocido por su magnetismo en pantalla y su capacidad para encarnar personajes oscuros con una elegancia feroz, está en boca de todos gracias a su papel en Los Gringo Hunters, la nueva serie de Netflix que mezcla thriller, crítica social y violencia fronteriza con una narrativa que corta como cuchillo. En esta entrevista, el actor se adentra en el proceso de construir a su personaje y comparte por qué Los Gringo Hunters es mucho más que una serie policiaca.
ESQ: ¿Cómo te sentiste al meterte en la piel de tu personaje Meyer-Rodríguez, al enfundarte ese elegante traje con el que sale en la primera escena, y que le toca estar en un ambiente un poco tenso hablando con algunos de los habitantes de Tijuana?
JMY: Todo fue muy sencillo. Viví muchos años en Tijuana, entonces conozco a varios Meyer-Rodríguez. Me pasó que leía el personaje y realmente lo vi... a veces pasa así, que lees un personaje y sabes cómo tiene que ser. Es una mezcla entre este compa, y este compa, y este compa. No hubo mayor complicación, fue muy fácil y muy divertido. Posiblemente... me estoy burlando de varios amigos.
ESQ: ¿Alguno de tus amigos se dieron cuenta de que estabas haciendo referencia a ellos?
JMY: Claro, y si no se dieron cuenta, les hablé. Oye cabrón, voy a hacer esto y ¿te acuerdas de tac, tac, tac? Bueno, ahí te va el homenaje.
ESQ: Entonces resultó algo divertido para ti…
JMY: Yo trato de decirle que sí a los trabajos que hago, basado en qué tanto me voy a divertir.
ESQ: ¿Qué opinas acerca de Gringo Hunters ahora que ya ves el resultado final?
JMY: Me gusta el tono. Nunca va a estar uno 100% de acuerdo o feliz con lo que ve en la pantalla por el simple hecho de que no estamos en la sala de edición, y a veces uno no está de acuerdo con las decisiones que se tomaron. Yo que he editado y dirigido, y que aparte sé qué fue lo que sucedió en el foro o en la locación, dije ‘esto yo lo hubiera hecho de esta forma o de esta otra’, pero eso nos pasa a todos los actores. Tú haces lo que tienes que hacer en el set y luego ya lo sueltas. Después pasa por muchas manos y el producto final ya no tiene que ver con lo que te imaginaste o con lo que querías que sucediera.
A veces es mejor, a veces es parecido y a veces es peor. En este caso pues yo creo que está muy bien logrado porque te divierte, porque podría ser algo realmente muy denso, y tiene el peso que tiene que tener. Hay ciertas cosas que hubiera hecho distintas, pero esa es otra conversación. Cuando yo haga mi serie y la dirige y la edite, ya podemos hablar de eso, pero en general me parece que está bien.
Creo que es un tema global y de plataformas, que es estar viendo con esta cosa 15 segundos y luego pasar a otra, otra, otra. Al parecer les da miedo como que las cosas tengan un tiempo distinto y que las cosas caigan por su peso. Entonces todo te lo avientan una tras otra, tras otra, tras otra. Llega un momento en el que dices, ‘oye, déjame descansar tantito, me acabas de dar una información importante, déjame respirar’. Pero luego van metiendo una cosa y otra y otra y otra. Es la forma en la que se están haciendo las cosas hoy en día. No estoy para nada de acuerdo, pero bueno, así es esto.
ESQ: Me gustaría que nos dieras dos o tres razones para ver la serie.
JMY: Una es por el elenco, creo que tenemos un elenco muy potente y muy variado. Dos, por el contexto en el que se cuenta la historia, que no recuerdo que se haya hecho antes. Es una manera interesante de tener una conversación hoy en día. Tres, pues porque tiene valores de producción importantes.
ESQ: Chema, mucho éxito en este proyecto y en los que vengan, pues estaremos atentos.
JMY: Te voy a decir una cosa, cuando vivía en Tijuana de morrillo, la revista que leía era Esquire.
ESQ: ¿En serio?
JMY: Sí, sí, claro.