Seguro viste las imágenes del Papa Francisco, al estilo gangsta, luciendo un puffer jacket, algo muy similar a la clásica chaqueta de plumas de invierno, pero con doble acolchado. Probablemente, también sepas que la imagen es falsa, producto de un algoritmo que crea imágenes. Inteligencia artificial, pues.
Por: David Piacenza
La foto del Papa Francisco en cuestión
La imagen se creó en el software Midjourney y se publicó en Reddit antes de ganar más fama en Twitter durante el fin de semana, engañando a varios usuarios haciéndoles pensar que el papa había adoptado el estilo de Kanye West.
Esta no es la primera vez que ocurre algo así. La semana pasada, luego de que se diera a conocer que el ex presidente Donald Trump podría ser imputado de cargos por un supuesto pago por silencio a la estrella de cine de adultos Stormy Daniels, comenzó a circular una simpática imagen de Trump siendo detenido por fuerzas de seguridad. Aunque la foto se veía suficientemente realista, se confirmó poco después que ésta era falsa y que había sido creada mediante un software de Inteligencia Artificial.
Las imágenes artificiales no son perfectas por ahora: entre otras cosas, como demuestra el propio caso de Bergoglio, la IA todavía tiene grandes problemas para generar manos humanas que superen el test de Turing. Pero como explicó el experto en inteligencia artificial Henry Ajder, estas tecnologías evolucionan y “aprenden” a velocidades nunca antes vistas: lo que hace dos semanas era un fake evidente, hoy parece un documento hiperrealista.
Las plataformas de síntesis de imágenes están implementando políticas que prohíben el uso de algunos avisos maliciosos, pero si estas tecnologías cayeran en las manos equivocadas, no parece descabellado suponer que dentro de unos meses o años podrían producir aparatos completos de desinformación prácticamente indistinguibles de lo que existe en la realidad. Según Ajder, “ algunas de estas imágenes ya son muy, muy difíciles de detectar. Lo que da una idea de cómo los malos actores y los actores que difunden desinformación podrían convertir estas herramientas en armas, especialmente a medida que algunas de las fallas en el modelo actual comienzan a resolverse”.
Como consecuencia directa de este entramado, en un futuro no muy lejano, los usuarios podrían verse inducidos a dudar a priori de las imágenes que aparecen en los grandes medios, alimentando los teléfonos descompuestos de los teóricos de la conspiración y la “contrainformación” dedicada al radicalismo político.
Al igual que con otros avances tecnológicos centrales de nuestra era, desde los teléfonos inteligentes hasta las redes sociales, el advenimiento a gran escala de las plataformas de IA que generan imágenes y texto es un avance que debe ser saludado con esperanza por su infinito potencial artístico y de producción de cultura y conocimiento. Pero la última década debería habernos enseñado que cada luna de progreso tecnológico tiene su lado oscuro: haríamos bien en estar preparados, al menos esta vez.
Vía Esquire It