Este sábado, el Allianz Arena de Múnich se convierte en el epicentro del fútbol mundial con un duelo inédito en la élite europea: Paris Saint-Germain contra Inter de Milán, por la gloria suprema de la UEFA Champions League 2024/25. Un choque entre tradición e insistencia, entre una leyenda del pasado que quiere volver a reinar y un gigante moderno que todavía persigue su consagración definitiva.
Un duelo sin antecedentes… y con historia
Aunque parezca increíble, PSG e Inter jamás se han enfrentado en competición oficial. La final de Múnich marcará su primer cruce en la historia, y será apenas la cuarta vez en la era Champions (desde 1992-93) que dos equipos se enfrentan por primera vez en una final. Más aún, será apenas la segunda final de Copa de Europa entre clubes franceses e italianos: la anterior ocurrió hace más de 30 años, cuando el Olympique de Marseille derrotó al AC Milan en 1993… también en Múnich.
París, una ciudad en busca de redención
El PSG disputa su segunda final de Champions League. La primera, en 2020, terminó en decepción ante el Bayern Múnich. Esta vez, el equipo parisino tiene la oportunidad de romper el techo de cristal y convertirse en el segundo club francés en levantar la Orejona, después del ya mencionado Marsella.
Los clubes franceses no tienen un historial favorable en estas citas: solo han ganado dos de las 15 finales europeas que han disputado. De hecho, el PSG sigue siendo el último club francés en ganar un título europeo importante —la Recopa de 1996—, lo que subraya lo escaso de la gloria continental en el fútbol galo.
No obstante, las señales juegan a su favor. Cada final europea disputada en Múnich ha coronado a un campeón debutante. Y las casas de apuestas y modelos estadísticos también les dan ventaja: ESPN BET pone al PSG como favorito ligero (-140), y el modelo de Opta le asigna un 54% de probabilidades de victoria, frente al 46% del Inter.
Inter, tradición que no se rinde
Lo del Inter es otra historia: pura mística europea. El conjunto nerazzurro jugará su séptima final de Copa de Europa, con un palmarés que incluye tres títulos: 1964, 1965 y 2010. Sin embargo, la última final que disputó —la de 2023 ante el Manchester City— acabó en derrota. Ahora, buscará redención inmediata y su cuarta corona continental, lo que lo colocaría entre los clubes más laureados del continente.
El camino del Inter hasta aquí ha sido todo menos sencillo: eliminó al Bayern Múnich y al Barcelona, dos de los cinco clubes más exitosos en la historia del torneo, y lo hizo sin perder en sus visitas a Múnich ni al Camp Nou. Esa resiliencia y capacidad de competir fuera de casa es una de las armas más temidas del equipo italiano.
Dos trayectorias, una misma ambición
La Champions ha cambiado de cara desde 1992, pero la obsesión sigue siendo la misma. El Inter, viejo conocedor de estas alturas, ha demostrado que el peso de la historia sigue contando. Pero el PSG, alimentado por años de frustraciones europeas, llega con la experiencia acumulada y la sed intacta. Además, tuvo que recorrer un camino más largo, desde el playoff, incluyendo una serie dramática contra el Liverpool, cabeza de serie número uno.
No se trata solo de una final inédita. Es un choque de estilos, de generaciones y de filosofías. Y para los fanáticos del fútbol que valoran tanto la herencia como el presente, esta final es un banquete.
El sábado en Múnich, uno escribirá su nombre con letras de oro. El otro, volverá a casa con la sensación de que el Everest sigue estando ahí.