El GP de Canadá 2025 fue cualquier cosa menos un domingo tranquilo. En medio de la niebla de estrategia, choques y podios sorpresivos, la Fórmula 1 dejó de ser un campeonato de pilotos contra escuderías. Ahora es un duelo interno, un fuego cruzado entre compañeros de equipo que no tienen la menor intención de compartir la gloria. Oscar Piastri y Lando Norris están convirtiendo a McLaren en el epicentro de la batalla más feroz de los últimos años.
Piastri no ganó, ni siquiera subió al podio, pero lo que ocurrió en el Circuito Gilles Villeneuve le supo a victoria. Cuarto lugar en carrera, primero en el Mundial. Mientras Norris se fue con las manos vacías, producto del contacto con su propio compañero, el australiano acumuló los puntos suficientes para distanciarse con 198 unidades. ¿La diferencia? Veintidós puntos que, en este deporte, significan poder, presión... y guerra.
Verstappen, Russell, Leclerc y los que quieren colarse
Detrás del drama McLaren, Max Verstappen juega al acecho. El tricampeón terminó segundo en Canadá, un resultado digno, pero insuficiente. Con 155 puntos, está a 43 del líder. No es una distancia imposible, pero es un terreno que no domina con la autoridad de temporadas pasadas. La fiabilidad de Red Bull parece en pausa, y en el paddock ya no lo miran con miedo, sino con respeto contenido.
George Russell sí sonrió en Montreal. El de Mercedes se llevó la victoria con una conducción quirúrgica y ahora acumula 136 puntos. Silencioso, constante, peligroso. Mientras que Charles Leclerc, como es costumbre, vive entre la genialidad y el desencanto. Los 104 puntos del monegasco lo mantienen vivo, pero no lo convierten en amenaza real.
Y luego está él, el que nadie esperaba: Kimi Antonelli. El joven prodigio firmó su primer podio y se metió séptimo del campeonato con 63 puntos. El rugido de su llegada ya se siente, aunque su batalla, por ahora, es con el futuro.
Así está el mundial de pilotos y constructores tras el GP de Canadá pic.twitter.com/79ABjCn8Fz
— KΛƬΛ.exe (@kataexe) June 15, 2025
McLaren domina. El resto… sobrevive
Con la carrera de Canadá, el Mundial de Constructores también mostró que hay un jefe indiscutible en esta temporada. McLaren, aún con un solo piloto sumando en Montreal, se mantiene en la cima con 374 puntos. Una brecha brutal respecto a Mercedes, que con 199 unidades, apenas logra sostener el ritmo gracias a Russell.
Ferrari sigue siendo Ferrari: veloz, espectacular, pero inestable. 183 puntos que podrían ser muchos más si no se disparara en el pie cada dos fines de semana. Red Bull, por su parte, ya no es el gigante invencible. Con 162 unidades, es cuarto. Algo impensable hace apenas un año. La hegemonía se ha desvanecido y el suelo de la F1 ya no tiembla con su paso.
El campeonato está vivo. Pero no porque haya una lucha entre escuderías, sino porque McLaren ha decidido romperse desde dentro. Piastri y Norris son dos armas cargadas, apuntándose sin pestañear. La única certeza es que no hay espacio para dos reyes en este trono naranja. Y la temporada todavía tiene demasiadas curvas por delante.