La Regla 40/30/30 será tu aliada para retrasar el envejecimiento después de los 40

Descubre cómo la Regla 40/30/30 en la alimentación puede ser clave para mantener un estilo de vida saludable después de los 40 años, reduciendo los efectos del envejecimiento

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Cómo aplicar la Regla 40/30/30 para un envejecimiento saludable después de los 40

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El envejecimiento es un proceso intrínseco que comienza antes de los 40 años y se intensifica con el tiempo. Es una realidad ineludible, pero podemos influir en la manera en que afecta nuestras vidas. A partir del “cuarto piso”, el cuerpo experimenta cambios metabólicos que pueden dificultar el mantenimiento de un peso saludable y la conservación de la masa muscular.

Guía definitiva para retrasar el envejecimiento con la Regla 40/30/30

Este período se caracteriza por un declive en la producción de hormonas tiroideas, tanto en hombres como en mujeres, lo que conlleva a una acumulación de grasa y una reducción en la capacidad para desarrollar músculo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el 2025 habrá 1.600 millones de personas mayores de 65 años, subrayando la importancia de abordar estrategias de envejecimiento saludable.

Uno de los pilares clave para ralentizar este proceso es la alimentación. Es aquí donde la Regla 40/30/30 se vuelve relevante. Esta regla nutricional, propuesta por expertos, sugiere una distribución equilibrada de macronutrientes a lo largo del día:

  • 40% de carbohidratos
  • 30% de proteínas
  • 30% de grasas saludables

Este enfoque contribuye a mantener un equilibrio óptimo de nutrientes, fortaleciendo los músculos y regulando el metabolismo. Sin embargo, además de la Regla 40/30/30, existen otras recomendaciones nutricionales esenciales para contrarrestar los efectos del envejecimiento.

Más recomendaciones para retrasar el envejecimiento

Equilibrar la ingesta calórica con el gasto energético es fundamental para evitar la acumulación de grasa abdominal. Reducir el consumo de ácidos grasos Omega-6 y aumentar la ingesta de Omega-3 provenientes de pescados, nueces y semillas también es crucial para la salud cardiovascular y el control del peso.

Reducir los azúcares refinados y priorizar la fructosa, el azúcar natural de las frutas, puede ayudar a controlar los antojos de carbohidratos. Asimismo, el incremento en la ingesta de antioxidantes y fitonutrientes a través de siete porciones diarias de frutas y verduras, especialmente frutos rojos, puede ayudar a combatir el envejecimiento.

El consumo diario de 28 gramos de fibra soluble e insoluble contribuye a regular la salud digestiva, mientras que el uso de suplementos como multivitaminas, calcio y vitamina D puede complementar las necesidades individuales.

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