Jacob Elordi (y su envidiable altura) se adueñan de La Biennale

La 80ª edición del Festival de Cine de Venecia dio inicio el pasado 30 de agosto, y una de las estrellas más esperadas a desfilar por la gloriosa alfombra roja es sin duda Jacob Elordi.

El actor que dio vida a Noah Flynn, el galán protagónico de la taquillera película de Netflix, “The Kissing Booth”, y a Nate Jacobs, el villano adolescente de la galardonada serie “Euphoria” de HBO, llega esta vez a La Biennale para presentar “Priscilla”.

Jacob Elordi el nuevo Elvis, llega a La Biennale

Bajo la visión de la reconocida directora, guionista y productora, Sofía Coppola, Elordi proyecta una nueva versión del afamado rey del rock. Una versión que está basada y detallada por palabras escritas por la mismísima Priscilla Presley en la novela autobiográfica, “Elvis and me”.

Una llegada casual

Pudimos verlo llegar a la ciudad de los canales en un atuendo casual compuesto por un top en manga ¾ color beige y unos clásicos jeans rectos firmados por la marca italiana Zegna. Aunque relajado, desfiló por el aeropuerto flanqueando algunos de los objetos de deseo más preciados de la temporada. Un bolso Speedy amarillo de la colección debut de Pharrell Williams como director creativo en Louis Vuitton, el popular reloj Santos de Cartier, que por cierto ha conquistado a más de uno en los últimos meses, y una gorra azul en la que se se lee “James Dean Death Club”, que seguramente tiene as we speak a miles de internautas tratando de conseguir una réplica.

Más tarde, a su desembarco para dar inicio a la promoción de la cinta, el australiano deslumbró con un traje gris de la colección pre-fall 2023 de Bottega Veneta. Lo combinó con una camisa negra lisa, zapatos tipo oxford firmados por Jimmy Choo y acompañado de unas lentes de sol estilo aviador y un reloj de bolsillo.

Jacob Elordi, un gigante de la moda

Finalmente llegó la hora de desfilar por la tradicional alfombra roja. De esmoquin cruzado de silueta recta, solapas en punta y adornado con un espectacular broche en forma de mariposa, un sutil homenaje a la última colección presentada por Pierpaolo Piccioli. Pero fue su altura la que se robó el show. Mientras posaba para las millones de cámaras que pelean por conseguir el mejor retrato junto a su compañera de escena Cailee Spaeny, fue que su envidiable altura salió a relucir.